El pasado miércoles 27 de diciembre, durante la previa del partido ante el Armani Milán, Dusko Ivanovic se mostró de lo más enigmático con el futuro de Chris Chiozza.

Al ser cuestionado si los choques de Milán y el de este pasado sábado ante el Girona podrían ser los últimos del director de juego estadounidense con la camiseta azulgrana se limitó a contestar “puede ser o puede no ser”.

El montenegrino no dio más pistas. Lo único que dejó claro hace unos días el preparador de Bjelo Polje es que el mercado no ofrece grandes gangas en este instante. “La razón principal de que no fichemos es que faltan jugadores en el mercado. Como nosotros, hay otros clubes buscando y es muy difícil. No hay jugadores para las necesidades de los equipos. Hay muy pocos buenos jugadores a mitad de temporada”, insistió un Ivanovic sin ganas de arrojar excesiva luz respecto a la llegada de un nuevo director de juego ni sobre lo que vaya a pasar con Chiozza.

Pues bien, las próximas horas van a ser claves para el futuro del base de Tennessee en el Baskonia. El jugador cuenta con una cláusula de corte por parte del club que expira el próximo 2 de enero y la entidad de Zurbano debe decidir en las próximas horas si la ejecuta y se desprende del director de juego norteamericano o si por el contrario no lo hace y lo mantiene en plantilla hasta el final de la campaña.

Locura quedarse con solo 11

La decisión no es fácil para el conjunto azulgrana. Sin un recambio de garantías en el horizonte, desprenderse del jugador sería muy arriesgado por poco que haya aportado hasta ahora. Y es que si el Baskonia ya anda justo de efectivos con 12 integrantes en su plantilla, reducir el vestuario a 11 sería un suicidio con lo que está por venir, cuando el resto de sus rivales tienen rosters de 13, 14 y algunos hasta más de 15 jugadores.

Codi Miller-McIntyre trata de eludir el marcaje de Gazi, durante el partido de la pasada jornada de Euroliga en Estambul ante el Efes Euroliga

Codi Miller-McIntyre se está dando auténticas palizas en estas últimas semanas, con más de 30 minutos de promedio en pista, y desprenderse de su único recambio natural agravaría aún más el problema en la dirección de juego de la escuadra baskonista.

Ante esta tesitura, la teoría apunta a que Chiozza debería seguir en el Baskonia. Sin embargo, si miramos su rendimiento con la elástica azulgrana lo previsible sería hacer lo contrario y ejecutar su clásula de corte.

Y es que hasta la fecha, el director de juego, que está ocupando una de las dos plazas de extracomunitario en el Baskonia al ser estadounidense, está lejos de ofrecer un rendimiento acorde a lo que necesita el club.

Muy por debajo de las mínimas exigencias. Su entrada en pista coincide con tremendos apagones. Es rara la vez en la que da un relevo a Codi y el equipo no se cae. Sin dureza atrás y perdido en ataque, al Baskonia se le cruzan los cables con él en pista.

Chiozza promedia tan solo 9:56 en los nueve compromisos que ha disputado en ACB y 12:13 en los 11 de Euroliga.

Hasta ahora ha aportado entre poco y nada. Son mínimos sus destellos de calidad, lo que ha provocado que no cuente con la confianza de Dusko Ivanovic.

Estadísticas muy pobres

Sus minutos en pista así lo confirman. Chiozza promedia tan solo 9:56 en los nueve compromisos que ha disputado en ACB y 12:13 en los 11 de Euroliga. Un tiempo que no ha aprovechado. No hay que más que echar un vistazo a sus estadísticas para comprobar su escasa aportación al equipo.

Chiozza, que acabó con -3 de valoración, trata de superar la defensa de Vives DAVID GRAU LLINARES

En el torneo doméstico promedia 2,1 puntos con unos porcentajes del 57% en tiros de 2, un pobre 25% en triples y pleno en lanzamientos libres, además de 0,7 rebotes y 1,8 asistencias para una valoración de 1,6. Escaso. 

También lo son sus números en la máxima competición continental donde anota incluso menos –1,8 puntos– y baja aún más sus porcentajes de tiro –33% en tiros de 2, 17% en triples y 60% en tiros desde la personal–. Al menos el resto de estadísticas mejoran mínimamente tras alcanzar los 1,3 rebotes y 3,2 asistencias para 2,8 créditos de valoración, cifras eso sí también insuficientes. 

Ahora el club debe decidir si ante la falta de un base de garantías en el mercado se queda con él para evitar dejar coja la plantilla o si por el contrario prescinde de sus servicios para ahorrarse su ficha a la espera de contratar otro director de juego más productivo en un futuro cercano. Lo dicho, son horas claves para Chiozza.