El Baskonia aspira a continuar en la cresta de la ola pese a las toneladas de cansancio que algunos jugadores están acumulando en los últimos tiempos. Tras las recientes victorias continentales logradas ante el Estrella Roja y el Fenerbahce, el listón de la exigencia se eleva un poco más este jueves (20.30 horas) ante la sorprendente Virtus Bolonia. 

No en vano, la escuadra vitoriana se mide a la indiscutible revelación de la Euroliga. Aterriza en Vitoria el tercer clasificado del torneo con un excelente balance y en estos momentos un rival directo en la ferviente lucha por la cúspide de la tabla.

El Buesa Arena acoge un enfrentamiento de altura entre dos equipos inmersos en una dinámica ascendente en la máxima competición continental. El Baskonia, impregnado por el sello de Ivanovic, persigue la novena victoria del curso ante un visitante caracterizado por una atractiva propuesta baloncestística de la mano de Luca Banchi –el técnico que confirmó hace meses públicamente su negativa a recalar el pasado verano en Vitoria en aras de seguir al frente de Letonia en el Mundial– y con el aval de la experiencia de jugadores como Hackett, Belinelli y Shengelia. 

Eso sí, la Virtus llega a Vitoria con una solitaria pero sensible baja: Jordan Mickey. El atlético interior estadounidense ha dejado un importante vacío en el juego interior que tratarán de subsanar el veterano Bryant Dunston, el fichaje estival Devontae Cacok, quien está gozando de poco protagonismo, y Achille Polonara, en busca de su mejor tono físico tras superar un cáncer testicular.

Ahora bien, los de Luca Banchi disponen de una plantilla completa en todas las demarcaciones gracias al poso de sus piezas más veteranas y algunas incorporaciones realizadas durante el mercado estival. La veteranía y el saber estar en los momentos más difíciles llevan la firma de Marco Belinelli, quien promedia 14 puntos por encuentro en esta Euroliga, el citado Shengelia, que es el jugador mejor valorado de la Euroliga, y el fornido director Daniel Hackett. 

Howard forzará

En las filas boloñesas también destaca la presencia de ese purasangre llamado Cordinier y el talentoso Lundberg, que tras estar con un pie fuera de la Virtus en verano debido a su alto contrato es otro jugador al que Banchi está sabiendo extraer el máximo jugo.

Por parte del Baskonia, queda claro que Howard forzará pese al esguince de tobillo sufrido ante el Palencia. Ello no le impidió volver a dejar muestras de su fama de anotador compulsivo con triples en momentos cruciales.

Ivanovic, que no se casa con nadie, sigue echando de menos una mayor aportación de jugadores de la segunda unidad como Chiozza, Mannion, Raieste y Diop. Un hecho que está motivando que la rotación azulgrana sea más corta de lo habitual y piezas como Miller-McIntyre, Tadas o Kotsar se encuentren sometidas a un esfuerzo sobrehumano. En una maratón como la interminable fase regular de la Euroliga, esto puede acusarse en el futuro.