El Baskonia vuelve a estar inmerso en una frenética fase del calendario. Tras la conmovedora victoria en El Pireo y en vísperas de otra semana con doble compromiso en la Euroliga, este domingo se ve obligado a hacer los deberes en el Fontes do Sar si no quiere seguir comprometiendo su presencia en la próxima Copa del Rey.

El Barcelona y el Asvel aparecen en el horizonte en el frente continental, aunque el equipo vitoriano no puede fallar antes en la siempre difícil pista del Obradoiro. Las tres últimas derrotas ante el Unicaja, Andorra y Gran Canaria le han hecho perder bastante comba en la clasificación.

Los alaveses integran el nutrido ramillete de equipos que figuran en la parte media de la tabla con el mismo balance –cuatro victorias y cuatro derrotas–, de ahí la importancia de frenar la sangría que se llevó por delante a Joan Peñarroya.

Es hora de volver a recuperar la solidez e imponer la jerarquía en el frente doméstico, donde al Baskonia le esperan con las uñas afiladas rivales mucho más descansados. Queda el consuelo de que si el equipo mantiene el nivel ofrecido el pasado jueves en La Paz y la Amistad, sobre todo en aquel embaucador segundo cuarto, su pasaporte para el evento previsto en el Martín Carpena (Málaga) no correrá peligro.

Dusko Ivanovic volverá a disponer de una rotación muy corta, ya que a la conocida baja de Rogkavopoulos se suma el hecho de que Mannion y Diop seguirán un día más en el dique seco por sus consabidas molestias en la espalda. El base italiano y el poste senegalés no han integrado la expedición con destino a Galicia, por lo que Dani Díez podría disponer de minutos para que, al menos, jueguen diez hombres.

Pese a que Félix Fernández abrió esta semana la puerta a su posible reaparición ante el Obradoiro en la presentación de Chiozza, Mannion y Diop todavía no se encuentran aptos para recibir el alta.

El gran aliciente

El choque enfrenta a dos equipos con severos problemas en el timón desde el inicio liguero. Mientras el Baskonia confía en que Chiozza brinde la estabilidad necesaria a un puesto crítico, Moncho Fernández también está malviviendo en este sentido tras la desvinculación del jugador llamado a ser el líder del equipo, en concreto Eric Washington.

El Obradoiro ha ganado tres de sus cuatro partidos en casa, pero también sufre problemas en el juego exterior tras la rescisión de contrato del que debía ser su líder, Eric Washington, y la lesión de Rigoberto Mendoza

El club gallego está peinando el mercado para reforzar esta posición y todo hace indicar que el elegido es Oleksander Kovliar, base ucraniano de 21 años y 1,91 metros de altura que actualmente juega en el BC Kalev. Ante el Baskonia, tan solo podrá contar con Fernando Zurbriggen y Pol Figueras.

El rival azulgrana, que ha ganado tres de sus cuatro compromisos en casa ante el Palencia, Zaragoza y Girona, sigue manteniendo en el dique seco a Rigoberto Mendoza. Sin embargo, al menos recupera a otro de sus bastiones en el perímetro. Se trata de Jordan Howard, el hermano mayor de Markus y cuyo duelo individual es posiblemente el mayor atractivo de la matinal. Ambos se miden por primera vez en partido oficial desde que enfocaron su carrera deportiva en el baloncesto.

El escolta con pasaporte puertorriqueño sufrió un desgarro miofascial del bíceps femoral izquierdo que le ha hecho perderse los tres últimos compromisos ligueros, pero en principio ya está restablecido. En las cinco primeras jornadas ligueras, Howard ha sido el principal bastión ofensivo del Obradoiro con medias de 15 puntos y 2,2 asistencias, aunque eso sí no ha estado especialmente acertado desde la larga distancia con apenas ocho triples de 33 intentados para un pírrico 24% de acierto.

El otro gran movimiento del club compostelano durante el pasado mercado estival fue el regreso del espigado Artem Pustovyi un lustro después de su marcha. Junto a Guerrero y Blazevic, conforma la peligrosa terna de 'cincos' que desafiarán a Costello y Kotsar.