La temporada de Antonio Blanco en el Deportivo Alavés no ha pasado de nuevo desapercibida para muchos clubes. Por segundo curso consecutivo, el centrocampista andaluz ha sido de los más regulares y su caché sigue aumentando. Vuelve a estar en boca de varios equipos y ahora ha sido el futbolista quien ha pasado a la acción, según ha podido confirmar este periódico.
Recientemente ha pedido a la entidad del Paseo de Cervantes que sea más flexible en sus peticiones ante el interés y la posterior oferta que pueda llegar hasta las oficinas de Mendizorroza por alguna de las entidades que pretenden contar con él a partir de la próxima campaña.
Cuando el verano pasado la Fiorentina le quiso, pero no llegó a satisfacer las peticiones vitorianas, Blanco entendió la postura del equipo albiazul de hacerse fuerte pidiendo 15 millones por su traspaso y él facilitó su continuidad en Vitoria apostando por darle estabilidad al proyecto.
Pero ahora, tras otro ejercicio en el que ha destacado durante varias fases del mismo, el cordobés considera que su techo deportivo en Vitoria ha llegado a un nivel tal que poco más puede ofrecer.
Y es por ello que Blanco entiende que debe dar otro paso en otra dirección. Es ambicioso y cree que a sus 24 años está preparado para afrontar otro reto de mayor exigencia y salir fortalecido no sólo a nivel deportivo, sino también económico. Asume a su vez que los retos deportivos del cuadro vitoriano son limitados y sin desmerecer nada de lo que se plantea al inicio de cada ejercicio, quiere prosperar.
Es por ello que ha pedido a Sergio Fernández aflojar un poco sus pretensiones y en la medida de lo posible que facilite una negociación con los equipos interesados en contar con sus servicios.
EN BUSCA DE NUEVOS RETOS
Blanco ya fue un protagonista destacado en su primer ejercicio en Vitoria, cuando cedido por el Real Madrid participó activamente en el ascenso de categoría. Durante la campaña 2023-24 fue de nuevo uno de los recursos más utilizados por Luis García al tomar parte en 36 jornadas y su consolidación en la máxima categoría está fuera de toda duda después de su aportación en el curso recién terminado.
Su idea es la de buscar un nuevo reto y es por ello que ha trasladado al Deportivo Alavés dicha petición. Entendiendo la postura de la entidad con la que tiene contrato hasta 2027 de sacar el mayor rédito posible por su marcha, también esgrime sus apetencias deportivas de buscar un nuevo destino a partir del próximo 1 de julio y después de haber cumplido más que de sobra. Por eso precisamente tiene varios pretendientes a los que de una manera u otra trata de facilitar su posible fichaje.
De esta forma, lo que el pasado verano eran 15 millones por su salida, tal vez esta vez tenga que ser algo menos, si es que no quieren las partes que la relación pueda enturbiarse un tanto.
Porque ni al club babazorro le interesa tener un jugador a disgusto, ni al futbolista estar en un entorno en el que las asperezas puedan surgir a raíz de cómo se gestione dicha situación.
Incluso viéndolo con cierta perspectiva, dentro de un año el Alavés se vería prácticamente forzado a vender a Antonio Blanco para sacar un rédito y no sabe si entonces valdrá más que ahora o las circunstancias deportivas son otras y su valor cae. Lo cierto es que ahora está en una buena posición para sacar un buen pellizco por él después de las dos temporadas que ha protagonizado.
Y en cierta forma ese argumento también se encuentra encima de la mesa de los máximos responsables de Mendizorroza, quienes asumen que si propio futbolista les demanda que sean receptivos a escuchar ofertas y en cierta forma facilitar su salida tampoco han de cerrarse en banda.
Es una forma de aceptar que antes o después el centrocampista andaluz hará las maletas. Mientras tanto, el Real Madrid permanece atento al devenir de los acontecimientos y es que el conjunto que preside Florentino Pérez sigue conservando el 50% de los derechos de Blanco, por lo que la mitad del traspaso que obtenga el Deportivo Alavés será para la entidad blanca.
Es una fórmula que suele utilizar la entidad madridista cuando traspasa a sus jóvenes jugadores a otras entidades. Apenas obtiene rédito por su marcha, pero se guarda ese porcentaje para en una futura venta obtener la ganancia.
