La vida sigue igual en el Baskonia. Pese al cambio de algunos cromos, el estilo se mantiene intacto. La escuadra azulgrana continúa fiel al ritmo de vértigo que instauró el pasado curso Joan Peñarroya.
Transiciones veloces, ataques fugaces y un bombardeo continuo desde más allá desde los 6,75 metros gracias a un grupo de jugadores que vuela sobre la pista. El show continúa en el Buesa. Festival anotador una vez más. El rival, un recién ascendido como el Zunder Palencia, fue esta vez la víctima de este Baskonia voraz que se impuso por un contundente 105-73.
El aún bisoño conjunto palentino poco pudo hacer ante el colmillo afilado de la tropa azulgrana, que una vez más estuvo desatada. Esta vez no había público para repartir palomitas. Sin embargo, este hambriento y acertado Baskonia superó otra vez la centena de puntos, cifra con la que agasajaba a sus seguidores el pasado ejercicio con los copos de maíz. Viendo la exhibición ofensiva que mostraron ante el Palencia, da la sensación de que esta campaña va a haber más días de fiesta culminada con una ración de palomitas.
Una plácida tarde en la que incluso se pudo disfrutar del buen hacer de los canteranos Ndiaye, Savkov, Kenneth y el recién llegado Besson, que dio muestras de su calidad y de que puede ser un jugador útil en estas primeras semanas.
El juego veloz y el gusto por el lanzamiento triple invita a pensar en muchas jornadas centenarias. Más si encima viene acompañado con acierto. Esta vez lo hubo. Para el descanso, el Baskonia, que llegó al ecuador con 55 puntos, ya había anotado la friolera de 8 de 14, gracias al buen día desde el arco de varios de sus hombres –Howard, Costello, Mannion, Dani y hasta Moneke convirtieron desde más allá de los 6,75 metros–.
Con tantos disparos y ese elevado porcentaje de acierto -57% al descanso y un 51% al final (17/33)- es entendible el paseo militar que se dio el cuadro azulgrana ante el débil conjunto palentino, que también estuvo más que notable en las cercanías del aro con un 66% de acierto hasta el descanso (10/15) y al final del duelo (18/27).
70 a 30 en valoración al descanso
Las estadísticas en los primeros 20 minutos confirman la superioridad azulgrana. 5 rebotes y 8 asistencias más para una valoración final de 70 para el Baskonia y 30 para el Zunder Palencia. Muy superior el Baskonia.
El juego coral e intenso de los hombres de Peñarroya permitió desarbolar al conjunto castellano en todo momento. Sin levantar el pie del acelerador. Intensidad atrás, defensa agresiva, pelea por el rebote y salida a la carrera. Una vez en campo abierto, si se podía tirar rápido se hacía y si no vuelta a empezar.
Pues bien, este Baskonia demostró en este primer amistoso de pretemporada que tiene recursos sobrados en el juego estático. Mannion, además de anotar desde la larga distancia, es un director que sabe sacar ventajas y tiene en Khalifa Diop un socio perfecto para el bloque y continuación.
El senegalés demostró su poderío en la zona y además sacó a relucir su buena mano desde la media distancia. Un muro atrás y talento delante para hacer daño. Pinceladas. Las mismas que dieron unos muy físicos McIntyre y Moneke. Hiperactivo el nigeriano, quien dejó clara su entrega y brega. Un guerrero.
Como Costello, cumplidor de nuevo en todos los aspectos del juego y con peligro desde más allá del arco. Más munición. Este Baskonia de eso anda sobrado. Howard sigue siendo un arma de destrucción masiva desde el triple, Mannion también lo es, el generoso McIntyre -8 asistencias- también puede anotar si el equipo lo necesita, Diop dio muestras de su talento, Kotsar sigue siendo un chico para todo, Dani Díez suma siempre en pista... Un lujo. Festival, una vez más.
Lo dicho. La vida sigue igual. Tan, tan igual que hasta Peñarroya, quien ayer tuvo enfrente a su hijo Marc, vive los partidos, pese a tratarse de un amistoso, con la misma intensidad. De hecho, en un duelo de guante blanco recibió una técnica. No podía faltar. El show continúa.