No es el que más puntos mete. Tampoco el que más rebotes captura ni el que más asistencias reparte. Incluso su ración de minutos en pista no aparece en lo primeros puestos del ránking entre los jugadores baskonistas. Es más, el pasado ejercicio Dani Díez fue el segundo jugador menos utilizado por Joan Peñarroya en la ACB, tan solo por delante en este aspecto de Sander Raieste, con 14:45 minutos jugados por partido en la competición doméstica.
Sin embargo, la importancia de Dani Díez en este Baskonia va mucho más allá de sus números. Registros, por cierto, más que correctos para un jugador de rotación que puede cubrir de forma notable y sin que se resienta el equipo los puestos de alero gracias a su buena mano –un 45,7% en lanzamientos desde los 6,75 metros, segundo mejor porcentaje del Baskonia en la ACB el pasado ejercicio por detrás de Daulton Hommes (49,4%)– y el de ala-pívot por su envergadura para postear y defender a jugadores más corpulentos y su habilidad para coger rebotes.
Y es que pese a que su aportación en pista es notable, la valía del polivalente jugador madrileño va más allá de lo que sucede sobre el parqué. Dani Díez es el pegamento del vestuario del Baskonia. Un jugador clave para la cohesión del grupo gracias al buen ambiente que genera y su carisma dentro y fuera de la pista. Un líder en este sentido. El alma del Baskonia en el vestuario.
Sin lugar a dudas, en solo una temporada, Dani Díez ya se ha ganado el cariño de la afición por su entrega en la cancha y amabilidad con los fieles fuera de ella y de la plantilla gracias a su carácter extrovertido y jovial. Así lo han expresado buena parte de sus compañeros. Tanto a los que conoció el año pasado como aquellos que han llegado este año y tan solo llevan unos pocos días de convivencia con él.
CICERONE DE LA PLANTILLA
El polivalente interior azulgrana ha sido su cicerone particular tal y como dejó claro Codi Miller-McIntyre durante su presentación como baskonista. El nuevo base azulgrana se mostró encantado con el recibimiento que tuvo en el vestuario y declaró sentirse como en “familia”, a la vez que desveló las facilidades que estaba recibiendo de sus compañeros y en especial de Dani Díez para integrarse a sus compañeros y adaptare a su nueva ciudad cuanto antes. “Mis compañeros me hablan desde el primer día y por ejemplo, Dani Díez me habrá mandado cerca de 30 mensajes de donde salir, donde ir, donde cenar”.
No ha sido el único al que se ha ganado el madrileño. Khalifa Diop también le tiene entre sus compañeros favoritos. Así se vio por ejemplo en una entrevista muy personal que le realizó el club al interior de origen senegalés. Cuestionado sobre con que jugador de la plantilla se iría de vacaciones, el portentoso pívot procedente del Gran Canaria respondió sin dudarlo que “con Dani Díez”.
Marinkovic hizo otro tanto de lo mismo el año pasado en una entrevista conjunta que realizó el club a ambos. El balcánico y el madrileño tienen una química especial. Son uña y carne. Ambos ya dejaron claro que son muy buenos amigos y que les encantaría de disfrutar de unos días juntos de vacaciones. El de Belgrado tenía previsto incluso llevarle a conocer su país natal.
SALUDO A ROGKAVOPOULOS
Su carácter abierto le permite congeniar rápidamente con los nuevos compañeros. Siempre predispuesto a facilitar su integración en el vestuario. Y es que incluso con el único jugador que aún no ha comenzado la pretemporada, el griego Nikos Rogkavopoulos, el afable Dani Díez ya ha tenido ocasión de mostrarle su predisposición para hacerle la vida más fácil en la capital alavesa.
El madrileño desveló en el inicio de la pretemporada una anécdota sucedida este verano durante sus vacaciones en Grecia. Entonces, Dani Díez se encontró con el alero heleno en un aeropuerto y no dudó en acercarse al que será su compañero, presentarse y tener ya la primera toma de contacto. Haciendo grupo. Va con él. Genio y figura, dentro y fuera de la pista. El pegamento del vestuario del Baskonia.