El Baskonia, comandado por la labor que realiza la dirección deportiva encabezada por Alfredo Salazar y Félix Fernández, se ha caracterizado históricamente por su capacidad para encontrar talento joven, curtirlo y prepararlo para competir al máximo nivel europeo. Sin embargo, por el camino de encontrar aciertos rotundos como lo fueron en su día Scola o Splitter pasan muchos jugadores que no alcanzan el nivel esperado y un ejemplo reciente de ello es el caso de Miguel González.

El club alavés realizó una fuerte apuesta por el alero vallisoletano en el verano de 2017, cuando firmó al que por aquel entonces era uno de los jugadores más prometedores del baloncesto español con un contrato por siete temporadas, algo excepcional en las operaciones azulgranas.

González, tras una labor destacada en la selección sub-18, realizó aquel año la pretemporada con el primer equipo y apuntaba maneras cuando debutó con 18 años en un partido oficial de la ACB esa misma campaña 2017-18. Sin embargo, no logró asentarse en el primer equipo, con el que disputó 23 encuentros de ACB y 14 de Euroliga hasta 2020, cuando comenzó una serie de cesiones en LEB que ha perdurado hasta hoy. En el curso 2020-21 jugó en el Real Canoe y en las dos últimas campañas ha militado en las filas del Força Lleida de LEB Oro, que ha estado cerca de conseguir el ascenso a la ACB este curso.

El jugador ha hecho una buena temporada en el cuadro catalán, en el que ha sido un jugador importante con 25 minutos disputados de media, pero eso no ha resultado suficiente para entrar en los planes del Baskonia de cara a la próxima campaña, en la que finalizará su vinculación con el club alavés.

De hecho, según la web Encestando, Miguel González se encuentra negociando con el Casademont Zaragoza para firmar con el club maño de cara a la temporada 2023-24, operación con la que cumpliría su deseo de regresar a la ACB tres cursos después de su última experiencia en la máxima categoría con el Baskonia.

En caso de que las conversaciones no llegaran a buen puerto, el alero de 24 años siempre tendrá la opción de regresar al Lleida. En el club catalán saben que su prioridad es encontrar acomodo en uno de los equipos de la ACB, pero también son conscientes de que si el jugador azulgrana no encuentra acomodo en la Liga Endesa su primera opción será regresar a Lleida. En ambos casos, la gran duda es si González jugará cedido por el Baskonia o si la entidad vitoriana facilitará que llegue libre a su nuevo destino.

Sea como fuere, interesa poder ahorrarse la máxima cantidad posible de la ficha del jugador, cuyos emolumentos han ido aumentando cada temporada por el larguísimo contrato que se firmó en 2017, pero no han crecido acorde a su progresión. Con jugadores más jóvenes como Ondrej Hanzlik, Pavel Savkov o Ousmane Ndiaye intentando hacerse hueco en el primer equipo, la aventura de Miguel González en Vitoria está cerca de concluir.