Max Heidegger (Los Angeles, 1997) llegó al Baskonia a finales del mes de enero con la complicada misión de cubrir la dolorosa suspensión de Henry y devolver el equilibrio a la dirección de juego baskonista. Aunque la sombra de Pierria es alargada, el californiano poco a poco va sumando a la rotación de Peñarroya, dirigiendo con criterio al equipo durante los necesarios minutos de descanso de Darius Thompson. A dos días de reencontrarse con su exequipo, el Maccabi Tel Aviv, el base de 1,91 metros repasa lo que han deparado sus primeras semanas en Vitoria y enumera algunas de las claves para asaltar la Mano de Elías.
¿Qué balance hace de su primer mes y medio en el Baskonia?
Sinceramente, han sido unas semanas de ajuste y de adaptación tanto a la Euroliga como al equipo, pero lo estoy disfrutando mucho. Los compañeros y el entrenador son geniales y ahora estoy intentando encontrar un encaje en el que estar cómodo lo más rápido posible. No me puedo quejar de nada hasta ahora.
¿Qué opinión tiene del club y de la ciudad ahora que los conoce un poco mejor?
El club es fantástico y obviamente muy profesional, así lo demuestran los resultados que está consiguiendo el equipo esta temporada. La ciudad también me encanta, los vitorianos son muy apasionados por el baloncesto y allá a donde vamos siempre hay algún aficionado apoyando. Ahora estoy empezando a conocer todo mejor y a asentarme en Vitoria y, como le decía, todo está siendo positivo.
¿Cuesta adaptarse a un nuevo equipo cuando se llega a mitad de temporada?
Sí, desde luego es más complicado que cuando tienes toda la pretemporada para adaptarte. Es la primera vez que ficho por un equipo a estas alturas de la campaña, cuando ya se habían disputado un 60% de los partidos, y cuesta ponerse al nivel de una plantilla en la que los compañeros llevan ya varios meses jugando juntos, se conocen entre ellos y entienden el sistema. Estoy dando lo mejor de mí para recuperar terreno.
¿Cómo fue la acogida del resto de compañeros?
Esa fue posiblemente la parte más sencilla de la adaptación. Todos los jugadores que hay en el vestuario son buenas personas y el grupo está muy unido. Me acogieron con los brazos abiertos y yo agradezco que me lo hayan puesto todo tan fácil.
El cambio más grande quizás ha sido tener que adaptarse a la Euroliga. ¿Le está costando medirse a bases tan físicos y rápidos?
Sí, el salto a la Euroliga está siendo todo un reto, tanto por el nivel de los rivales como por la cantidad de partidos que tenemos que disputar entre las citas europeas y la ACB comparado con cuando estaba en Turquía. El cambio se nota en el físico de los rivales, que son más grandes, rápidos y duros, pero también en su calidad. Por eso es la mejor liga de Europa.
¿Se ha visto ya la mejor versión de Heidegger en el Baskonia?
Definitivamente no, el mejor Heidegger todavía está por llegar. Como he dicho, aún estoy intentando encontrarme cada vez más cómodo e intentando entender y adaptarme a lo que el entrenador quiere de mí. En mi opinión, todavía no he demostrado todo lo que puedo aportar. Me gustaría haber jugado algo mejor de lo que lo estoy haciendo, aunque lo más importante en este momento es ayudar al equipo a conseguir victorias y entrar en el play off.
¿Qué es lo que le está faltando para mostrar su mejor versión?
Un poco de todo. Por un lado, tengo que adaptarme completamente al sistema y conocer mejor a los compañeros para entenderme con ellos en la cancha, además de asumir un rol que es muy diferente al que tenía en Turquía. Por otro lado, a este nivel hay lógicamente aspectos técnicos del juego en los que tengo que mejorar, así que debo trabajar en todas las facetas.
¿Supone una presión añadida tener que cubrir la baja de un base de primer nivel como Henry y tener la competencia de otro superclase como Thompson?
No, no lo veo como algo que suponga presión añadida, todo lo contrario. Es positivo tener como compañero a alguien de la calidad de Darius y tener la oportunidad de fijarme en cómo trabaja, aprender de él y pedirle consejos. Siempre motiva e inspira tener una competencia de ese nivel.
"El segundo año de contrato no está garantizado, pero me gustaría seguir en el Baskonia"
El jueves visitará a su exequipo, el Maccabi. ¿Tiene algún consejo para sus compañeros a la hora de jugar en una cancha tan imponente como la Mano de Elías?
Tal vez deberían aconsejarme ellos a mí, que tienen la experiencia de haber jugado en otros pabellones calientes de Europa como el del Partizan o el del Estrella Roja. En cualquier caso, es un pabellón muy especial, los aficionados se vuelven locos y el factor cancha se nota. Creo que lo más importante para jugar allí es mantener la compostura en todo momento. Sabemos que ellos van a tener rachas y momentos de motivación cuando sus seguidores se impliquen, pero tenemos que estar preparados para ello y no venirnos abajo ni confiarnos.
¿Por qué cree que las cosas no le salieron bien en su etapa en el Maccabi?
Fue mi primera experiencia como profesional recién salido del baloncesto universitario y creo que no tenía claro lo que se esperaba de mí y tampoco conocía el baloncesto europeo, por lo que estaba algo perdido y no sabía cómo afrontarlo exactamente. También es verdad que no me dieron apenas oportunidades para demostrar mi valor, pero las cosas salen como salen. Tal vez llegó demasiado pronto, pero estoy agradecido por lo que viví allí. Obviamente es un gran club.
¿Qué necesita hacer el Baskonia para lograr la victoria en Tel Aviv?
Simplemente tenemos que hacer nuestro juego. Con la victoria en Madrid demostramos que podemos ganar a cualquiera y si jugamos como sabemos y nos mantenemos en el partido hasta el final contra el Maccabi seguro que vamos a tener opciones. Tenemos que ser físicos, intensos y ayudar en defensa y en el rebote, especialmente en los partidos fuera de casa, y luego en ataque hacer nuestro juego. No es necesario inventar nada loco o especial.
¿Se han quitado un peso de encima con la victoria fuera de casa contra el Madrid?
Desde luego. Evidentemente esa victoria da confianza y quita esa presión que teníamos por llevar tanto tiempo sin ganar lejos del Buesa Arena en Euroliga, aunque también es cierto que con el calendario tan apretado que tenemos apenas te da tiempo a digerirlo o a pensar demasiado en la victoria, tienes que estar preparado para el siguiente partido y saltar siempre a la cancha con la misma energía.
¿Le preocupa tener que medirse a dos jugadorazos como Baldwin y Lorenzo Brown?
No diría que me preocupan. Obviamente son grandísimos jugadores y va a ser un reto jugar contra ellos, pero me gustan esos desafíos y tengo ganas de ver qué es lo que puedo hacer contra exteriores de este nivel, ayuda a calibrar en qué momento estás. A quienes nos gusta el baloncesto queremos jugar siempre contra los mejores, no es una preocupación en ningún caso.
"Mi objetivo es encontrarme lo más cómodo posible a final de temporada y que el equipo no caiga durante los minutos de descanso de Thompson"
Antes de fichar por el Baskonia le vincularon con otros equipos, pero no fue hasta que llegó la propuesta azulgrana cuando se decidió. ¿Estaba esperando una oferta de Euroliga o por qué tardó tanto?
Esa es una de las razones, aunque la principal es que mi contrato en Turquía solo incluía una cláusula de salida a la Euroliga, por lo que las alternativas más allá de esa opción no se valoraron. De todas formas, tenía muchas ganas de que llegara esa oportunidad y de poder jugar al máximo nivel en Europa, así que cuando se dio estuve muy feliz de firmar por el Baskonia.
Firmó por esta temporada y la siguiente, ¿el segundo año está garantizado?
No, la próxima temporada es opcional. Espero que todo funcione bien y pueda cumplir el año y medio aquí, ya que sería la mejor noticia tanto para mí como para el club. Estoy feliz aquí con los compañeros y el equipo y ojalá pueda seguir el curso que viene. En cualquier caso, ahora no pienso en eso, estoy centrado en terminar la temporada lo mejor posible y en conseguir esa clasificación para el play off, que es nuestro principal objetivo.
Personalmente, ¿se marca alguna meta de aquí a final de curso?
Personalmente ser el mejor jugador que pueda ser en el rol que tengo en el Baskonia y mostrarme más sólido dentro del sistema y en defensa. El baloncesto es España es muy diferente, más táctico, y también me gustaría aprender a desenvolverme en este estilo de juego. En definitiva, mi objetivo es llegar a final de temporada encontrándome lo más cómodo posible y conseguir que durante los minutos en los que Darius Thompson está descansando el equipo no lo note y no sufra un bajón en el juego. En cualquier caso, el principal objetivo es grupal y es llegar al play off de la Euroliga.
¿Se esperaba cuando empezó la temporada en Turquía acabarla peleando por el ‘play off’ de la Euroliga?
Obviamente era algo imposible de imaginar. Cuando dejas un equipo a mitad de temporada normalmente es porque algo malo ha pasado o no estás jugando bien, pero en mi caso fue porque estaba jugando realmente bien (risas). Estoy contento de estar aquí y sería increíble poder llegar al play off, tanto para nosotros como para la ciudad. Una vez allí cualquier cosa puede ocurrir.