Duelo de contrastes en el Buesa Arena. Un Cazoo Baskonia alicaído y envuelto en una mala racha de resultados recibe esta noche a un eufórico Zalgiris Kaunas, que llega a Gasteiz en su mejor momento de la temporada. Así es. Un cuadro báltico al alza y con la moral por las nubes pondrá a prueba la capacidad de reacción del conjunto azulgrana. Toca hacerlo. No queda otra para evitar prolongar esta minicrisis de resultados.

Los de Peñarroya están obligados a frenar su mala dinámica si no quieren verse fuera de un Top 8 en el que llevan inmersos desde que arrancó la Euroliga. Hay que recuperar la alegría. La afición baskonista suspira por ver de nuevo a ese equipo dinámico, de ritmo vertiginoso y letal que tantas alegrías les ha dado en este curso. La última se produjo precisamente frente al Maccabi de Tel Aviv, noche en la que el cuadro gasteiztarra logró su récord anotador en la competición continental tras despachar con un sonoro mandoble al cuadro israelí por 116-87.

Pues bien, tras tocar el cielo comenzó esta inesperada caída. Y es que justo tres días después, el Baskonia sufrió más de la cuenta para superar a un equipo de la zona baja de la ACB como el Betis al que venció tras una agónica prórroga. Un susto, que al menos al final tuvo remedio. Lo que vino después no.

Síntomas de agotamiento

Este irregular Baskonia fue incapaz de salir airoso en sus tres siguientes compromisos. Derrotas en Atenas frente a Panathinaikos (98-83), Mónaco (79-74) y Manresa (93-80), esta última además preocupante por los claros síntomas de agotamiento físico y mental de un equipo incapaz de igualar la intensidad del cuadro manresano y que para colmo de males se vio sobrepasado por la actividad física de su rival que le provocó la friolera de 21 pérdidas, 8 de ellas en un lamentable último cuarto.

Dudas. Toca disiparlas y el Zalgiris no se presenta como un rival sencillo para lograrlo. El equipo dirigido por Kazys Maksvytis llega al Buesa en un momento dulce. Los resultados así lo confirman. Y es que tras un inicio en el que cayeron de forma ajustada en Tel Aviv por 84-83 frente al Maccabi y una semana después en la cancha de un ogro como el Olympiacos ante el que también plantaron cara para caer por 90-80 han remontado el vuelo. Cinco victorias en sus seis últimos compromisos en Euroliga dejan bien a las claras que es un rival a tener en cuenta.

En este periodo de tiempo la escuadra báltica encadenó triunfos en casa frente a Virtus (68-65) y Barcelona (73-72) y tras caer la siguiente jornada en Belgrado ante el Partizan (87-76) enlazaría a continuación otras tres victorias al superar al Alba (88-81), Asvel a domicilio (76-93) y Milán de nuevo en casa (71-62). Excelente racha.

Muy distinta a la de un Baskonia que arrancó con tres triunfos y que tan solo ha sido capaz de ganar uno de sus últimos cinco compromisos en Europa, el del Estrella Roja, mientras que ha caído ante Olympiacos, Asvel, Panathinaikos y Mónaco.

Ahora, el Baskonia, reforzado tras el regreso de Enoch y Hommes, tratará de revertir esta situación. Un soplo de aire fresco. Más oxígeno para unas piernas que empiezan a dar síntomas de cansancio.

La llegada de los dos interiores ayudará a hacer frente a un Zalgiris que destaca por su fortaleza defensiva. Buena prueba de ello es que la escuadra de Kaunas presume de ser el quinto equipo que menos puntos recibe de la competición con una media de 77,1 puntos encajados por encuentro. Eso sí, el conjunto báltico, por el contrario, tampoco es que destaque pos ser un anotador compulsivo, ya que con sus 79 puntos anotados por duelo se encuentra en la zona media de la tabla.

UN QUINTETO PODEROSO

Otro de los puntos fuertes de este Zalgiris es que cualquiera de sus cinco jugadores titulares –Evans, Brazdeikis, Ulanova, Smits y Hayes– puede hacerte daño. Un núcleo duro que aglutina la mayor parte del juego del equipo de Maksvytis. Buena prueba de ello es que entre estas cinco piezas aportan dos terceras partes de los puntos y la valoración del equipo.

51,8 puntos de los 79 del Zalgiris llevan su firma. El base Keenan Evans es su máximo anotador con 15,5. El director de juego estadounidense, que tiene un soberbio 43,6% de acierto desde el triple, aporta además 4,2 asistencias por duelo y un robo para alcanzar los 16 de valoración. Sin lugar a dudas su principal peligro.

En las alas cuenta con dos puñales como Edgaras Ulanova, quien promedia 9,2 puntos –58,5% en tiros de 2 y 42,9% en triples–, 2,9 rebotes, 2,5 asistencias y 11,9 de valoración, y el pretendido Ignas Brazdeikis, que alcanza los 11 puntos con un notable porcentaje del 50% en tiros de 2, además de colaborar con 3,8 rebotes y 2 asistencias. Jugadores físicos. Como lo es también Rolan Smits. El ex del Barça, también pieza ansiada por el Baskonia el pasado verano, sigue demostrando que es un jugador de lo más fiable. Sus 10,5 puntos con un soberbio 63% en tiros de 2 y 5,9 rebotes por partido así lo confirman.

Por último, Hayes es el encargado de aportar la dureza en la pintura con sus 206 centímetros. El ex jugador de Asvel y Bursapor es un pívot rocoso que cumple en la zona con 5,6 puntos y 5,5 rebotes. Una garantía. De momento, el bloque del Zalgiris lo es. Este Baskonia tratará de poder tumbarlo. Lo necesita.