Letal en el triple. Rápido y veloz para anotar al contragolpe. Capaz de hacer daño desde el poste bajo. También penetrando. Un arsenal ofensivo de lo más variado. El Baskonia pudo presumir este domingo de una gran variedad de recursos en ataque. Howard y Hommes tienen un sinfín de puntos en sus manos. No son los únicos. De hecho, ante el débil conjunto londinense anotaron todos los pupilos de Peñarroya salvo el reaparecido Dani Díez. Cuatro de ellos alcanzaron los dos dígitos incluso –Howard (18), Hommes (16) y Enoch y Tadas (10) cada uno. Una buena noticia.

La defensa azulgrana también rayó a un buen nivel durante algunas fases del encuentro. Ayudas, esfuerzo generoso y presión sirvieron para dejar sin opción de ni tan siquiera tirar a su rival. Eso sí, con los despistes y las lagunas típicas de estas alturas de la temporada, el Baskonia dejó claro que en labores defensivas es un equipo intenso.

Y eso que el inicio de partido no tuvo mucho ritmo. Tuvo que ser Tadas Sedekerskis quien subiera la intensidad al duelo. La entrada del lituano fue el revulsivo que necesitaba el Baskonia. El canterano ocupó el hueco de un discreto Giedratis que se marchó al banquillo tras cometer su segunda falta en cinco minutos y no desaprovechó su oportunidad.

El Baskonia subió líneas. La garra del canterano báltico contagió al resto y sirvió a sus compañeros para salir de su letargo. Y es que hasta entonces el encuentro estaba sin chispa. Un partido dormido. Los dos equipos mostraban sus carencias, desajustes defensivos que no eran aprovechados y errores de bulto fruto de que aún no están rodados. El 7-6 del luminoso a mitad del primer periodo demostraba que ni uno ni otro estaban finos.

Sin embargo, algo cambió con Sedekerskis en cancha. El báltico, que actuó de 'tres', con Hommes y Kotsar, primero de interiores, y Costello e Enoch, después, demostró en poco más de dos minutos todo lo que es capaz de aportar. Rebote en ataque a base de casta y canasta debajo del aro, salida de bloqueo para situarse libre de marca en una esquina y triple, y como guinda provocó una falta y anotó los dos tiros libres. Notable.

En poco más de dos minutos, el Baskonia había pegado su primer estirón. Si en cinco minutos había anotado 7 puntos, en dos hizo uno más y, además fruto de su mayor intensidad dejó a su rival en 2. Ese parcial de 8-2 dejaba el marcador en un 16-8. Parecía listo para el despegue. Sin embargo, este Baskonia aún no es muy consistente.

Los altibajos se suceden. Una caída de tensión en los minutos finales del primer cuarto permitió al London Lions reengancharse a la velada. El conjunto británico aprovechó un par de errores de Enoch y Costello para acercarse en el marcador ligeramente (18-14). Ahí estaba Howard para apagar ese conato de rebeldía con un triple marca de la casa.

Howard controla el balón desde el suelo Jorge Muñoz

El estadounidense demostró una vez más que los puntos se le caen de las manos. Nueve gracias a su prodigiosa muñeca anotaría en los cinco minutos que estuvo en cancha en el segundo cuarto. Triples estratosféricos, bandejas tras un dribling letal y rapidez para finalizar el contragolpe. Aunque pecó de individualista en ocasiones demostró que es un jugador entregado.

Y es que si Tadas prendió la chispa, el ex de los Nuggets provocó una llamarada en el Buesa. Se tiró como un poseso a por un balón para robar un balón, que serviría después desde el suelo a Costello para que finalizase con un mate. El público azulgrana aplaudió la acción puesto en pie. Garra.

Y criterio también. De hecho, la conexión con Enoch, autor de seis puntos seguidos, y el buen hacer en la dirección de Thompson permitió al Baskonia pegar otro estirón (44-33) a falta de dos minutos. El partido ya marchaba rodado. Un triple de Milaknis, el segundo que anotaba, en el último segundo del cuarto abrió la brecha hasta los 13 puntos antes del descanso (51-38). Duelo encarrilado.

Y casi sentenciado tras un arranque espectacular de tercer cuarto. Un parcial de 13-5, en el que colaboró un renacido Giedraitis con dos triples, Hommes con otro y cuatro puntos de Enoch, dejó ya el partido cuesta abajo para el Baskonia (64-43). Ya desde ese momento fue un recital del conjunto azulgrana.

Asfixiantes defensas que dejaban sin opción de lanzar a los jugadores del cuadro inglés. Mención especial a la entrega de Costello atrás, apodado 'Txapelman' por un speaker muy acertado tras los gorros espectaculares puestos por el costamarfileño ante unos jugadores del London Lions incapaces de superar la tela de araña que había puesto el Baskonia en su canasta.

Y todo ello aderezado de un costa a costa finalizado en mate por Kotsar, acierto desde el perímetro y juego colectivo. El Baskonia movía bien el balón y anotaba con facilidad. De lujo. El 86-60 a falta de seis minutos lo decía todo. Después el monólogo continuó y dejó claro que está listo para el estreno.