El play off de la ACB no da tregua, y tampoco margen de error. 40 horas después de caer derrotado en el primer partido de la semifinal el pasado jueves, el Baskonia volverá a enfrentarse al Real Madrid esta tarde a partir de las 18.00 horas en el WiZink Center, con el único objetivo de lograr empatar la eliminatoria y evitar llegar a Vitoria con un 2-0 en el global que enterraría de forma casi definitiva las opciones azulgranas de alcanzar la final.

En el primer partido, hace dos días, el Baskonia compitió de tú a tú al todopoderoso conjunto merengue hasta su hundimiento en los cinco primeros minutos de la segunda parte, el único momento en el que se le vio totalmente superado por los locales. Aprendida la lección, el conjunto de Neven Spahija deberá mantener esta vez la concentración y la intensidad durante los 40 minutos de partido, ya que esa es la única manera de superar a domicilio a un rival de la talla del Real Madrid, que esta temporada ha disputado todas las finales que tenía opción jugar.

Para evitar que también esté entre los dos mejores de la ACB, el cuadro gasteiztarra deberá completar un partido perfecto y corregir algunos de los errores que cometió el pasado jueves. Por ejemplo, tendrá que defender mucho mejor los lanzamientos exteriores de los hombres de Pablo Laso, que igualó el récord de triples anotados en un partido de play off con 17 y un porcentaje de acierto del 50%.

Todo ello sin descuidar el juego interior, que ya desde antes de que comenzara la serie se perfilaba como uno de los mayores peligros del Madrid y quedó demostrado en el primer enfrentamiento. El interminable Tavares fue una pesadilla para los azulgranas, condicionó sus penetraciones y lanzamientos cerca de canasta y terminó el partido con unas dobles figuras de 12 puntos, 13 rebotes (7 de ellos ofensivos) y 24 créditos de valoración, mientras que Guerschon Yabusele, con 10 puntos y 16 de valoración, y Poirier, con 11 y 13 respectivamente, también tuvieron una noche plácida.

AL LÍMITE DE SUS FUERZAS

El esfuerzo realizado en los tres partidos contra el Valencia Basket pasó factura al Baskonia el jueves, ya que vio cómo sus dos mejores jugadores, Baldwin y Fontecchio, se quedaban cortos de energía, especialmente el italiano, que solo anotó cuatro puntos. Esta vez los dos equipos han contado con el mismo tiempo de descanso entre un partido y otro, por lo que las fuerzas deberían estar más igualadas. Evidentemente, sin una buena versión de las puntas de lanza azulgranas, el Baskonia tendrá muchos problemas para evitar el 2-0.

Además del cansancio, otro factor a tener en cuenta serán los problemas físicos que arrastran algunos jugadores. El Real Madrid cuenta con numerosas bajas y eso es algo que el Baskonia debe aprovechar. A los lesionados de larga duración, Nigel Williams-Goss y Carlos Alocén, y a los apartados por motivos disciplinarios, Thomas Heurtel y Trey Thompkins, se les sumó el jueves Alberto Abalde por molestias en el pie, aunque podría regresar hoy a la convocatoria según cómo se encuentre antes del partido. El que tiene más difícil participar es Sergio Llull, que no pudo saltar a la cancha en la segunda parte por un problema muscular en la ingle y es poco probable que llegue a tiempo para el duelo de hoy.

En el lado baskonista, Wade Baldwin tampoco finalizó el partido tras una torcedura de tobillo, aunque al no haber publicado el club ningún parte médico se espera que pueda participar hoy junto al resto de sus compañeros. Lo necesitarán los azulgranas si quieren mantener vivo el sueño de alcanzar la final. l

Declaraciones

El pívot azulgrana Matt Costello admitió ayer que el del jueves “fue un partido difícil”, en el que el Baskonia jugó bien “por un tiempo” y perdió el choque “en unos pocos minutos que lo rompieron”. En cualquier caso, confía en que el equipo sea capaz de corregir errores y aprovechar hoy su segunda oportunidad en Madrid. “Sus triples liberados nos hicieron mucho daño. Hacíamos una buena defensa durante 20 segundos y luego perdíamos la marca por un rebote ofensivo u otra situación”, lamentó. Eso y proteger los tableros serán las “claves” para poder igualar el global de la semifinal. Por último, aprovechó para agradecer el apoyo de los aficionados que se desplazaron a Madrid para ver el primer partido. “Nos hicieron sentir que no jugábamos fuera de casa. Tengo ganas de poder volver a verlos de nuevo el sábado”, sentenció.