El Baskonia logra una importantísima victoria en la Fonteta que le permite tocar con las yemas de los dedos la semifinal y jugársela el sábado en el Buesa Arena. Los alaveses fueron superiores durante los tres primeros cuartos, con una defensa muy física y criterio en ataque, pero los errores en los últimos minutos les hicieron sufrir más de la cuenta y el duelo se terminó decidiendo en un final de infarto en el que, con talento y fortuna, lograron llevarse el gato al agua.

El partido comenzó bien para el equipo de Spahija, que con su quinteto titular de gala anotó cinco puntos rápidos con una canasta de Fontecchio y un triple de Peters. Sin embargo, el cuadro local respondió inmediatamente y dejó claro que, para ganar en la Fonteta, los gasteiztarras iban a necesitar completar un partido casi perfecto.

Ambos equipos fueron intercambiándose golpes durante los primeros compases, con los alaveses amenazando desde el exterior y los valencianos intentando sacar faltas y percutiendo en la pintura con penetraciones y los posteos de Dubljevic y Pradilla. Taronjas y azulgranas se intercambiaron el liderato varias veces, sin superar en ningún momento los cinco puntos de ventaja y con Dimitrijevic y Fontecchio como principales bazas anotadoras. El 21-21 con el que terminó el primer cuarto presagiaba una batalla igualada.

El segundo parcial siguió un guion similar, pero la segunda unidad azulgrana, cuya aportación se ha echado en falta en otras ocasiones este curso, dio mejor resultado que el banquillo local. Entre Costello, Granger y Wetzell lograron romper esa barrera de cinco puntos de diferencia con el 25-32, que luego supieron mantener los titulares con el regreso de Baldwin, que estuvo un largo tiempo en el banquillo con dos faltas.

Los de Spahija se centraron en evitar canastas fáciles bajo el aro y doblaron la defensa sobre Dubljevic cada vez que intentó postear, los cual obligó a los de Peñarroya a lanzar desde el perímetro, desde donde no estuvieron acertados en la primera parte. Ello, sumado al petróleo que sacó Sedekerskis en la última jugada de la primera parte al conseguir tres tiros libres, resultó en que el Baskonia desfilara a vestuarios con la máxima ventaja hasta entonces (35-43), añadiendo presión a sus rivales.

CARRUSEL DE EMOCIONES

En el tercer cuarto, el Valencia Basket subió su tono físico y también comenzó a ver el aro desde fuera con más asiduidad, lo cual le permitió recortar diferencias. Fue en ese momento cuando los de Spahija dieron a los locales de su propia medicina y comenzaron a explotar un arma del que han hecho uso en pocas ocasiones. Enoch, con la ayuda de sus compañeros, secó a Dubljevic en la zona y lo castigó con puntos en el otro lado de la cancha.

El norteamericano obligó a que Peñarroya introdujera a Tobey en la cancha por primera vez en el encuentro, pero Costello tomó el relevo de Enoch y anotó varias canastas de mucho mérito bajo el aro mediante posteos y penetraciones. Parecía que los gasteiztarras se escapaban con el 55-65, pero un apretón final de Van Rossom, bien frenado hasta entonces por la defensa visitante, dejaba todo abierto al cierre del tercer parcial con el 62-67.

Marinkovic estrenó su casillero para arrancar el cuarto decisivo con una buena bandeja, pero los de Peñarroya recuperaron sensaciones en su juego interior con la pareja Pradilla-Tobey y a base de forzar situaciones de ventaja para ellos lograron estrechar el margen hasta el 69-71 y encender a una Fonteta que hasta entonces solo había retumbado realmente con las protestas arbitrales.

Quedaban solo seis minutos para el final, por lo que Spahija no dudó en pedir tiempo muerto y devolver a su quinteto de confianza a la cancha. Enoch y Baldwin, mediante jugadas individuales de bella factura, intentaron conservar la ventaja, pero la mecha valencianista ya estaba prendida. Tobey siguió a lo suyo bajo los tableros y el Baskonia, fruto de la presión, se descontroló y sus pérdidas y errores le situaron 79-75 abajo tras un mate de Pradilla.

Sin embargo, los gasteiztarras no habían dicho su última palabra y lograron darle la vuelta a la tortilla gracias a un triple con mucha sangre fría de Baldwin y un mate de Costello a pase de Granger. Tuvo varias ocasiones para ganar el Valencia Basket gracias a sus rebotes ofensivos, pero perdonó, el aro escupió el tiro contra tablero de Dimitrijevic en la última jugada y el Baskonia logró lo que el año pasado se quedó a las puertas de conseguir en un partido muy similar. La caldera del Buesa Arena puede dictar sentencia el sábado. ¿Por qué no soñar?