Vanja Marinkovic dio un paso al frente. El serbio, muy apagado durante toda la temporada, salió ayer por fin de su letargo. Su primera mitad resultó espectacular. Un killer. El exterior balcánico fue una auténtica metralleta. Con el punto de mira bien afinado además. Ni un fallo en sus lanzamientos en una primera mitad para enmarcar. Sus números así lo confirman.
Y es que durante los 13:31 minutos que permaneció en pista durante los dos primeros cuartos firmó números de estrella. Correcto en labores defensivas, pero sobre todo se comportó como un puñal en ataque. Buscándose sus tiros, saliendo de los bloqueos para poder lanzar liberado, haciendo daño en las penetraciones y hábil para buscar la mejor opción cuando la situación se complicaba. Un primer tiempo de estrella. Desde luego, no se parecía en nada al Marinkovic que ha visto la afición baskonista toda la temporada.
Desatado. En esa primera mitad, Marinkovic acabó con 17 puntos, el máximo anotador del Baskonia y del partido hasta ese momento gracias a una infalible carta de tiro. El exterior serbio anotó sus tres lanzamientos de dos, también sus tres triples y los dos tiros libres que intentó. Infalible. Un 100% al alcance de los elegidos.
Además, Marinkovic adornó su estadística con una asistencia y dos faltas recibidas para una valoración final de 20. Nada en negativo. Nada que objetar a su más que brillante primera mitad. Sus mejores minutos como baskonista, sin lugar a dudas. Un jugador renacido.
A todo ello hay que añadir que con él en cancha el Baskonia también funcionó en la primera mitad. El +/- de su estadística acabó con un +10. Correcto. En este apartado sí que estuvieron mejor que él otros cuatro compañeros de equipo -Peters (26), Giedraitis (24), Baldwin (18) y Wetzell (13)-.
Este detalle no empañó su sobresaliente primera mitad. Los únicos borrones llegaron en la reanudación. Ahí, en la segunda mitad, Marinkovic cometió sus únicos fallos. El serbio, que tan solo disputaría cuatro minutos más, erró el único lanzamiento de tres que intentó y acertó uno de sus dos tiros libres, además de capturar un rebote, perder dos balones, recibir otras dos faltas y cometer una y acabar con una valoración final de 19, un punto menos que los 20 de esa primera magnífica primera mitad. l