Sin noticias de ese Bitci Baskonia que había enamorado recientemente. El cuadro azulgrana, que endosó un parcial de 11-31 al Bilbao Basket y un 35-15 al Zalgiris, recibió ayer de su misma moneda. El Gran Canaria le dio un sopapo de los grandes en la segunda parte: 27-47.

El desplome fue brutal. De los que no se recuerdan por estos lares. Así lo reconoció el propio Neven Spahija al término del partido. "Han sido los peores 20 minutos desde mi llegada". Así fue. "Sin energía y sin química", las palabras del preparador croata definían a la perfección lo que fue el Baskonia en esa triste segunda parte. Un pequeño zombi. "Este no es nuestro equipo".

Desconocido respecto a la imagen dada últimamente. Descabezado en la dirección. Baldwin y Granger, desarbolados por un Albicy que jugó con ellos a su antojo, fueron incapaces de dirigir con criterio a un equipo que volvió a abusar del lanzamiento de tres. De hecho, se lanzó más desde los 6,75 -11/33 (33%) que de dos -12/24 (50%)-.

El acierto desde el arco fue cayendo a medida que avanzaba el partido. Y es que tras un notable 5/7 (71%) en el primer cuarto, se pasó a un 2/10 (20%) en el segundo, 3/10 (30% en el tercero y 1/6 (16%) en un fatídico y último cuarto.

El del desplome. Buena prueba de ello es que en los primeros 8 minutos de un cuarto crucial en el que se estaba jugando el partido, el Baskonia tan solo había metido seis puntos, merced a un triple de Fontecchio, dos tiros libres de Enoch y otro de Baldwin, que jugó ayer un papel más que discreto. Dos postreras canastas de Peters con todo el pescado vendido fueron los únicos puntos del cuadro azulgrana cerca del aro en esos diez minutos.

Y es que esa fue otra de las claves del partido. Los de Neven Spahija perdieron claramente la batalla en la pintura. Pustovyi hizo lo que quiso bajo los tableros. De hecho, el ucraniano firmó su mejor encuentro en la ACB gracias a sus 21 puntos con un 8/13 (62%) en tiros de dos, y 5/6 (83%) en libres, tres rebotes y siete faltas recibidas para una valoración de 24.

Los postes del Baskonia se mostraron incapaces de frenar a sus pares. La estadística así lo confirma. El Gran Canaria consiguió 34 puntos en la pintura, por 24 de los del Buesa. Batalla perdida. Como la del rebote, con 27 capturas del conjunto isleño y 25 del cuadro local. Capturas claves muchas de ellas. No en vano, los de Fisac consiguieron 14 de sus 86 puntos gracias a segundas oportunidades, mientras que el Baskonia se quedó en 9.

Muy poco. No estuvo fino ayer el equipo. Y es que a su incapacidad para generar juego, abusar del bote y del tiro libre hay que unir su precipitación en los momentos clave. ¡¡¡7 pérdidas llevaba en los primeros 6 minutos del último cuarto. Con esas acabó ese parcial y con 16 el partido, más del doble de un Gran Canaria que tan solo regaló 16 balones y que fue mucho mejor.