Si atendemos únicamente a las estadísticas individuales, Wade Baldwin, con 12,9 puntos, 3,1 rebotes, 3,8 asistencias y 13,3 de valoración por encuentro en la Euroliga y con 12,8 puntos 2,9 rebotes, 2,9 asistencias y 11,7 de valoración en la ACB está siendo sin duda el líder y el mejor jugador del Baskonia esta temporada. De hecho, sus números son mejores que su promedio histórico en la Euroliga, de 11,9 puntos. Sin embargo, estas cifras no terminan de casar con las sensaciones que transmite dentro de la cancha y no impiden que sea uno de los señalados por rendir por debajo de las expectativas que generó al llegar en verano con la vitola de fichaje estrella.

Y es que el director de juego azulgrana, como volvió a ocurrir el pasado jueves en la visita al Armani Milan, se ha especializado en conseguir que hasta su actuación más desacertada parezca un gran partido con solo mirar a la estadística. En la clara derrota sufrida por el Baskonia en el Mediolanum Forum, Baldwin llevaba solo cuatro puntos en su casillero a falta de cinco minutos para el final del encuentro, cuando un contundente 77-53 reinaba en el marcador. En ese momento, aprovechando la relajación del conjunto local, el estadounidense pisó el acelerador, se volvió más incisivo de lo que había sido mientras el encuentro estaba vivo y terminó siendo el baskonista más valorado con 16 puntos, 6 asistencias y 27 créditos de valoración, cuando hasta ese momento no había aparecido.

Sin embargo, esto no es una novedad este curso, ya que Baldwin está acostumbrando a la parroquia azulgrana a actuaciones memorables con el partido ya decidido. Ocurrió en la reciente derrota contra el Bayern en Vitoria, cuando anotó 11 puntos en los últimos cinco minutos, o más notablemente en la visita al OAKA. Con un marcador de 57-32 al inicio del último cuarto, el base pasó de anotar solo dos puntos en lo que iba de partido a terminar el choque con 16 en su casillero. 9 puntos en el último cuarto en la derrota 97-79 ante el Zaragoza, 13 frente al CSKA después del 44-59 en contra, 17 puntos en los últimos minutos en cancha del Joventut... Lo de Milán fue una muestra más de su facilidad para ocultar sus peores noches.