Seguro que David Gil no olvidará nunca el 28 de diciembre de 2021 en su dilatada carrera en los banquillos. El técnico vitoriano es desde hace dos décadas una pieza indispensable dentro del club azulgrana. Eso sí, siempre desde la sombra y siendo la mano derecha de los grandes entrenadores que ha tenido el Baskonia como Dusko Ivanovic, Sergio Scariolo, Pedro Martínez, Velimir Perasovic o ahora Neven Spahija.

Precisamente el falso positivo del técnico croata, detectado en un test previo al fatídico partido del Príncipe Felipe, le concedió la oportunidad de dirigir por primera vez al Baskonia. Un premio muy merecido para el vitoriano, de 45 años, una persona muy activa en las redes sociales que asume diversas funciones dentro de la entidad del Buesa Arena y, por lo tanto, capaz de tapar cualquier agujero en un momento de máxima adversidad como el que se vivió este martes con la ausencia de Spahija, que tuvo que quedarse por precaución en un hotel de Zaragoza.

Su función habitual dentro del Baskonia radica en efectuar el scouting de cada rival. Durante las últimas temporadas, David Gil compagina sus labores en el primer equipo con la parte más formativa del baloncesto. También ostenta experiencia dentro del deporte adaptado y el femenino, habiendo trabajado diversos aspectos técnicos con la jugadora gasteiztarra ya retirada Marta Tudanca. Además, ha sido el director de diferentes campus puestos en marcha por el club azulgrana.

En definitiva, un técnico que rebosa conocimientos del baloncesto por todos sus poros y con personalidad, tal y como demostró en la posterior rueda de prensa al partido en tierras mañas al criticar la falta de profesionalidad de sus jugadores en varias fases de la velada.

Lo cierto es que David Gil no pudo evitar desde el banquillo la dura derrota de un Baskonia que ha vuelto a complicarse al máximo su presencia en la Copa del Rey de Granada. Pese a que trató de buscar soluciones tras el deficiente comienzo, el técnico vitoriano no pudo levantar el ánimo de un grupo, por momentos, sin alma que fue atropellado por un sobrio Casademont.