Rokas es Baskonia y Baskonia es Rokas. Ayer, por enésima vez, el alero azulgrana volvió a demostrar que se encuentra en estado de gracia. Atrás y adelante, cuando atacaba el conjunto vitoriano o cuando lo hacía el griego, fuera cual fuera el lance, ahí apareció Giedraitis para atormentar la mente de los jugadores del Panathinaikos, que no supieron cómo responder a su hiperactividad en los dos primeros cuartos.
Sin embargo, en la primera victoria de los pupilos de Dusko Ivanovic en Euroliga el protagonismo fue para otro lituano. Y es que, cuando el treinta y uno pasó a ser el centro de atención del cuadro heleno, Sedekerskis dejó atrás su habitual timidez para ponerse la capa de héroe y levantar con mucho desparpajo a una escuadra gasteiztarra que había empezado la segunda mitad del partido con un juego muy desdibujado y, sobre todo, un parcial bastante terrorífico en contra.
Tadas dio la sorpresa y, para este fin, lo único que tuvo que hacer, al margen de su más que conocido trabajo defensivo, fue mirar al aro -porque todo lo demás llegó solo-. El destino le tenía guardada la noche de ayer y buena muestra de ello fue su 100% de efectividad tanto en triples (3/3) como en tiros de dos (3/3). En resumen, 22 de valoración repartidos en 15 puntos, 6 rebotes y una asistencia. Una actuación, sin duda, fuera de los cálculos que había hecho el Panathinaikos y que solo pudo detener un corte en el hombro que le sentó en los dos últimos minutos del choque.
No obstante, el lituano no fue el único que castigó al equipo ateniense desde el exterior. En un encuentro en el que el Baskonia no pudo correr tanto como le gustaría, Granger y Fontecchio también asumieron la responsabilidad anotadora. En este sentido, el base uruguayo acabó con su mala racha en competición europea, donde aún no se había estrenado desde la línea de 6,75 metros -sumó dos de tres en esta ocasión-, y terminó el duelo con 12 puntos en su casillero. El italiano, por su parte, recordó al fin a su versión con la selección en el Preolímpico y los Juegos de Toko e igualó a Rokas como máximo anotador azulgrana con 16 puntos.
PAPEL SECUNDARIOQuienes, por el contrario, no tuvieron una noche tan positiva fueron los habituales de la pintura. El conjunto alavés se vio obligado a ejercer su juego más alejado del tablero y, salvo en tres apariciones de Enoch, tanto el pívot con pasaporte armenio como Nnoko cumplieron con una labor no tan vistosa, pero igual de importante para Ivanovic, que valoró positivamente el trabajo defensivo de sus cincos.
Por último, el partido fue aciago para Marinkovic y Costello. El escolta serbio, aunque inauguró por fin su casillero anotador en la Euroliga, apenas pudo encontrar espacios para tirar con comodidad -algo que sí hizo frente al Obradoiro-; y el costamarfileño se topó una y otra vez con la pegajosa defensa griega.