El Baskonia no tiene tiempo para lamentarse después de la dura derrota del domingo contra el Joventut, ya que el próximo viernes arranca su participación en el campeonato de baloncesto más importante de Europa. El AS de Mónaco y el Panathinaikos serán los encargados de dar el pistoletazo de salida a la Euroliga el jueves a las 19.00 horas, mientras que el Baskonia se estrenará el día siguiente a las 20.00 horas con su visita al Olympiacos. Tras una campaña en la que rozó entrar en el play off, el conjunto gasteiztarra, tras darle una vuelta de tuerca a su plantilla, parte con el objetivo de estar, esta vez sí, entre los ocho mejores equipos del continente.

A nadie se le escapa que la Euroliga es la competición que da de comer a los grandes transalánticos de Europa y resulta especialmente importante para clubes como el Baskonia, que no tienen el músculo económico del Barcelona, el Real Madrid, el Anadolu Efes o el CSKA de Moscú. Por ello, resulta fundamental completar una buena actuación, ya que a mejor posición en la tabla, mayores ingresos.

Con este objetivo, el club vitoriano ha realizado un importante desembolso en verano para contratar a uno de los mejores anotadores de la pasada edición como Wade Baldwin, a otras piezas importantes con experiencia en el torneo como Granger, Fontecchio o Nnoko y retener a Giedraitis y a Peters. Con esta inversión, el objetivo no puede ser otro que plantar batalla a los grandes equipos del continente y aspirar a entrar en el ansiado Top 8

La pasada temporada fue una de las más igualadas en la pelea por el play off y esta campaña promete no quedarse atrás en este aspecto. Las 18 victorias y 16 derrotas cosechadas por el Baskonia habrían sido suficientes para estar entre los ocho mejores en ediciones anteriores, pero en la 2020-21 solo le sirvió para terminar en décimo lugar. El Real Madrid, el Fenerbahce y el Zenit, con 20 triunfos cada uno, fueron quienes marcaron el corte para entrar en el Top 8, batalla que estuvo abierta hasta la última jornada.

Sobre el papel, plantar cara a los grandes presupuestos de la competición como el del Anadolu Efes, el Barcelona, el CSKA de Moscú, el Real Madrid o el Armani Milán se antoja difícil, ya que todos ellos cuentan con plantillas de enorme calidad y estrellas como Micic, Larkin, Mirotic, Higgins, Clyburn, Shved, Yabusele, Tavares, Delaney o Shields. Sin embargo, el año pasado un equipo con menor presupuesto como el Bayern de Múnich logró plantarles cara y a punto estuvo de entrar en la Final Four, por lo que no es descartable otra sorpresa de este calibre. El Baskonia, por su parte, logró victorias contra todos los grandes excepto el Barcelona, por lo que, a pesar de que será complicado estar a su nivel en la liga regular, todo puede ocurrir en un hipotético play off.

Entre los rivales azulgranas en la batalla por alcanzar el Top 8 aparecen históricos de la competición como el Fenerbahce -quizá un escalón por encima del resto pero sin llegar al poderío de los favoritos-, el Olympiacos o el Maccabi, además de otros conjuntos con plantillas fuertes como el Bayern de Múnich y el Zenit de San Petersburgo, que ya se clasificaron el pasado curso. También parte con opciones el Zalgiris, aunque su plantilla es más justa, y el nivel de los dos recién llegados a la competición, el Mónaco y el UNICS Kazán, es una incógnita. De hecho, el combinado monegasco ha construido una plantilla interesante liderada por Mike James, uno de los mejores jugadores de la competición en los últimos años, por lo que no sería descartable que sea el equipo revelación del torneo.

El Fernando Buesa Arena lleva dos temporadas sin poder vivir un play off de la Euroliga y empieza a estar necesitado de vivir la emoción y la tensión propias de las eliminatorias del máximo torneo continental. La última vez que el pabellón vivió un partido de play off fue el 26 de abril de 2019, cuando cayó eliminado en el cuarto partido frente al CSKA.

En el curso 2019-20 no hubo eliminatorias a causa de la pandemia, pero el Baskonia estaba con las opciones intactas de clasificarse cuando se detuvo la competición. El año pasado se quedó a dos triunfos de acceder al Top 8 y este ejercicio intentará regresar a la zona noble de la tabla, en la que históricamente ha estado casi siempre. De hecho, nunca había encadenado tanto tiempo sin play off en la actual denominación del torneo desde las temporadas 2002, 2003 y 2004, cuando no había play off y se clasificaba directamente del Top 16 a la Final Four.