- Wade Baldwin IV ya es nuevo inquilino del vestuario del Buesa Arena. El Baskonia oficializó ayer al filo de las 20.30 horas, un tramo del día completamente inusual, la sabida llegada del base estadounidense que deslumbró la pasada temporada en las filas del Bayern Munich. Finalmente su oferta económica le ha seducido más que la de otros conjuntos de Euroliga como el propio conjunto alemán o el Unics Kazan de Velimir Perasovic.
El base norteamericano ha firmado únicamente por una campaña en lugar de dos, como habían insinuado algunas fuentes a lo largo de esta semana. De esta forma, no ha querido atarse en exceso a la entidad azulgrana en previsión de poder dar el próximo verano el salto a la NBA si cuaja un gran curso como integrante azulgrana a las órdenes de Dusko Ivanovic.
El Baskonia, que también es capaz de seducir a las grandes estrellas a golpe de talonario apreciados los últimos acontecimientos, redondea de esta forma una increíble última semana en la que ha dado forma al ambicioso proyecto para la campaña 2021-22. Baldwin IV se suma a Matt Costello, Vanja Marinkovic y Simone Fontecchio, lo que refrenda el deseo de Josean Querejeta de hacer algo grande y discutir la hegemonía de los grandes transatlánticos del Viejo Continente.
Nacido en New Jersey y formado en la Universidad de Vanderbilt, Baldwin fue escogido en primera ronda del draft de 2016 por los Grizzlies. Tras su paso por la NBA, donde también compitió en los Blazers y los Raptors, el flamante fichaje azulgrana dio el salto a Europa para militar en el Olympiacos durante el ejercicio 2019-20.
En Grecia no triunfó y recaló en el Bayern, donde ha explotado bajo la dirección técnica de Andrea Trinchieri. En tierras teutonas ha sido la indiscutible estrella de un equipo que estuvo a punto de alcanzar la última Final a Cuatro de Colonia sucumbiendo en el quinto partido del Top 8 ante el Armani. En concreto, promedió 15,3 puntos, 4 asistencias y 2,7 rebotes en la Euroliga y 12,3 tantos, 4 pases de canasta y 2,5 rechaces en la liga germana.
Se trata de un timonel predestinado a dar un salto de calidad al Baskonia en todas las facetas del juego, aunque finalmente todo hace indicar que no vendrá con un regalo bajo el brazo. Si bien se había especulado con la posibilidad de que pudiese conseguir un pasaporte con el fin de no ocupar plaza como extranjero en la ACB, la culminación de dichos trámites llevará su tiempo y el jugador ha desistido de dicha idea.
Con o sin pasaporte, de lo que no hay duda es que Baldwin es el fichaje estrella de un Baskonia que necesitaba un jugador de sus características para mitigar el enorme vacío dejado por Pierria Henry con su marcha al Fenerbahce. Explosivo y eléctrico a partes iguales, el estadounidense se distingue básicamente por ser un anotador compulsivo que, eso sí, deberá ser domado por Ivanovic. Porque, en ocasiones, es propenso a hacer la guerra por su cuenta y tomar malas decisiones en ataque en los últimos minutos de los encuentros. Un carácter indomable que le convierte en una moneda al aire, si bien sus virtudes pesan mucho más en la balanza que algunos posibles defectos.
Otro aspecto de su juego que se pondrá a prueba en Vitoria es la eficacia de su muñeca, ya que la pasada campaña no firmó buenos porcentajes desde la línea del 6,75. En cualquier caso, el fichaje de Baldwin constituye un golpe de efecto del Baskonia para avanzar en la reconstrucción de una plantilla que, entre otras cosas, todavía precisa de la llegada de un segundo base y del cuarto jugador de formación.