- El deporte es en ocasiones difícil de comprender. El TD Systems Baskonia jugó el pasado viernes uno de sus mejores partidos de la campaña, pasando por encima a todo un Armani Milán con un baloncesto excepcional. Tan solo dos días después, ayer por la tarde, no se vio ningún rastro del equipo que había levantado del sofá a sus aficionados en la Euroliga. Solo los rostros, los nombres de las camisetas y la actitud de un Henry enrabietado en la segunda parte coincidieron con lo sucedido contra el Milán.

Ante un Herbalife Gran Canaria muy inferior en plantilla y presupuesto, que además arrastraba la baja de AJ Slaughter, uno de sus mejores jugadores, el conjunto baskonista no dio sensación en ningún momento del encuentro de ser capaz de superar al equipo entrenado por Porfi Fisac. Los azulgranas, que han hecho de la consistencia defensiva su seña de identidad esta temporada, estuvieron blandos y faltos de energía en las marcas individuales y tampoco fueron capaces de defender de una manera ordenada, incurriendo en constantes desajustes que permitieron al Gran Canaria anotar fácil bajo el aro y gozar de lanzamientos liberados desde el perímetro. Ante esa apatía de su rival, Okoye, Albicy, Kilpatrick y Costello se fueron creciendo, calentaron la muñeca y pusieron tierra de por medio en el marcador. Las continuas puñaladas canarias desangraron lentamente a un indefenso Baskonia, que llegó a perder por 60-88 a mediados del último cuarto.

Aunque el orgullo de Henry terminó maquillando el resultado final, los 99 puntos encajados se convierten en la mayor anotación recibida por los de Dusko Ivanovic en esta temporada. Hasta ayer, eran el Fenerbahce con 96 puntos y el Real Madrid con 92 los que más daño habían conseguido hacer al Baskonia, en Euroliga y ACB respectivamente. Nada que ver su caché con el del Gran Canaria, que superó esos números con una meritoria victoria coral de la plantilla.

Cualquier deportista puede tener una mala tarde. Con el apretado calendario que lleva el Baskonia, a veces las piernas no responden como deberían o simplemente los tiros no entran. Ese no fue el caso ayer, en el que el TD Systems Baskonia protagonizó jugadas desastrosas que señalaron la falta de concentración como principal causa de los males azulgranas. Un pase de Peters directamente a la banda sin mirar, varios regalos de Vildoza a los jugadores rivales, un saque de línea de fondo de Henry a tierra de nadie, un rebote de Polonara libre de marca que se le escurrió cuando el Gran Canaria ya estaba reculando... Ya sea por falta de confianza o por tener la mente puesta en los partidos de Euroliga que vienen, el caso es que ayer tan solo el equipo visitante hizo acto de presencia. Si el Baskonia quiere albergar opciones en el OAKA, deberá mostrar una actitud muy diferente a la de ayer.