Únicamente restan ya seis jornadas para que se complete la fase regular de la Euroliga y cada encuentro se convierte en una batalla de valor incalculable. Más todavía teniendo en cuenta la extrema igualdad que presenta este curso la competición continental, lo que provoca que a estas alturas todavía haya muchas cosas por decidir. Salvo los siete últimos clasificados -sin nada ya por lo que pelear que el honor y la recompensa económica que proporcionan las victorias-, el resto aún tiene a su alcance objetivos importantes por los que pelear.

Entre estos últimos, afortunadamente, se encuentra un TD Systems Baskonia que no está dispuesto a renunciar a la posibilidad de estirar su presencia en la actual Euroliga obteniendo el billete para el play off de cuartos de final. Un propósito nada sencillo, cierto es, pero que tiene en su mano conseguir. Para ello, evidentemente, el cuadro de Dusko Ivanovic necesita rubricar un cierre de fase regular notable que le permita recortar la desventaja que en estos momentos arrastra -es décimo en la tabla clasificatoria con catorce victorias, dos menos que el Zenit que, con dieciséis y un partido menos, cierra el lote de equipos que ahora mismo se clasificaría para el Top 8-.

Y aunque el deporte profesional es uno de los ámbitos en los que más conveniente resulta moverse paso a paso, resulta inevitable echar un vistazo al calendario que tiene por delante el TD Systems y percatarse de que tiene a la vuelta de la esquina un triple asalto decisivo para su futuro en el torneo.

Se trata de tres encuentros consecutivos frente a adversarios que le preceden en la clasificación y que, al igual que los azulgranas, pelean por el objetivo de acceder a los cruces de cuartos de final. Lo que significa que, en caso de sacar adelante estos compromisos, el plantel de Dusko Ivanovic no solo incrementará su casillero de victorias sino que al mismo tiempo impedirá que lo hagan rivales directos. Claro que si los resultados fueran adversos las consecuencias serían también muy importantes, al abrirse una brecha virtualmente irrecuperable ya en la clasificación.

El primer capítulo de este particulr triduo al que se enfrenta el Baskonia tendrá lugar mañana viernes en el Buesa Arena. El pabellón de Zurbano recibirá la visita del que, sin ninguna duda, puede considerarse la gran revelación de la temporada en la Euroliga. Se trata, claro está, del sorprendente Bayern de Munich que, con 18 victorias, marcha cuarto y tiene virtualmente asegurada su presencia en el Top 8Los alemanes, no obstante, desean agrandar el tamaño de su gesta logrando el cartel de cabeza de serie en los cruces. En la primera vuelta se impusieron con comodidad (77-66) pero ahora el Baskonia necesita devolverles la moneda si desea mantener viva la llama de la esperanza.

El jueves de la próxima semana llegará el turno de visitar al Zenit de Xavi Pascual, octavo clasificado ahora mismo con dieciséis victorias. Regresar de San Petersburgo con un triunfo más supondría dar un paso de gigante hacia el objetivo azulgrana, ya que los rusos todavía tienen pendiente el duelo aplazado ante el Panathinaikos.

La visita del Armani al Buesa el día 26 cerrará este triplete de enfrentamientos con rivales de la zona alta. El cuadro italiano es tercero con 18 triunfos pero los alaveses ya consiguieron imponerse a domicilio (79-84) en la primera vuelta. Un precedente que invita a soñar con la repetición de un éxito que, en caso de haber sacado adelante también los dos choques anteriores, acercaría mucho al Baskonia a la siguiente fase de la competición.

Todavía debería hacer frente a los enfrentamientos con Panathinaikos, Efes y Valencia de las tres últimas jornadas pero lo haría con el depósito de la confianza a rebosar y las opciones de clasificación intactas. Sufrir algún tropiezo ante Bayern, Zenit o Armani, por el contrario, alejaría a los de Dusko Ivanovic de manera casi definitiva del Top 8 y convertiría el cierre de la fase regular en un trámite intrascendente para el TD Systems.