El Kutxabank Araski cruza los dedos para que su partido de mañana ante el Movistar Estudiantes, previsto en el polideportivo Antonio Magariños a partir de las 19.15 horas, pueda celebrarse con normalidad. La visita de las alavesas al conjunto madrileño ya tuvo que suspenderse el pasado 9 de enero debido a los estragos causados por Filomena en la capital, donde aquel fin de semana nadie podía acceder a ella con independencia del medio de transporte utilizado.
La celebración del choque vuelve a estar en el aire después de que se detectaran el lunes dos nuevos positivos en el Lointek Gernika, verdugo del Estudiantes el pasado domingo. Al haber estado el próximo rival del Araski en contacto estrecho con las jugadores afectadas por la emergencia sanitaria, el riesgo de suspensión es evidente.
Toda la plantilla y cuerpo técnico del Estudiantes se someterán hoy mismo a una PCR para ver si están afectadas por el patógeno. De esta forma, el Kutxabank Araski no conocerá hasta bien avanzada la jornada si la Federación suspende finalmente el encuentro o, por el contrario, puede celebrarse sin problemas. Y todo ello con la consiguiente incomodidad para un conjunto vitoriano que ha visto claramente alterada la preparación del mismo. La expedición verde, en cualquier caso, tiene previsto desplazarse a Madrid este mismo jueves en el caso de que recibe la luz verde pertinente.
Las pupilas de Madelén Urieta, undécimas en la clasificación con diez victorias en veintidós jornadas, vienen de firmar una de las victorias más convincentes de esta campaña ante el Tenerife. Tras los varios aplazamientos que ha sufrido en los últimos tiempos, el calendario está muy comprimido para el Kutxabank Araski, que el sábado también afronta otro complicado desplazamiento ante el pujante Valencia Basket.