Acostumbrado a malvivir casi siempre por culpa de una interminable plaga de lesiones y ver incluso cómo varios pesos pesados de sus plantillas de años precedentes debían permanecer numerosos meses en el dique seco, el TD Systems Baskonia y más concretamente Dusko Ivanovic pueden sentirse aliviados esta campaña. Los partes médicos de la entidad azulgrana están brillando por su ausencia y esa es una inmejorable noticia para un colectivo sin la excelsa materia prima de la que disponen otros transatlánticos en el Viejo Continente.

Conviene seguir cruzando los dedos y no lanzar las campanas al vuelo, pero de lo que no hay duda es que no se recuerda otro curso más tranquilo que el actual en cuanto a los escasos percances físicos padecidos por los doce componentes de la plantilla baskonista. La salud está respetando más que nunca a un equipo en el que cualquier lesión, por mínima que sea, podría resultar mortal de necesidad de cara a su estabilidad en todos los frentes.

Dado su reducido número de efectivos en comparación con otros rivales directos, el Baskonia vería menguada de forma notable su capacidad competitiva si, por ejemplo, pierde por el camino a algún titular indiscutible. En este sentido, Ivanovic acumula ya varios meses en los que está teniendo a su disposición a los doce jugadores, aunque por todos es sabido que el núcleo duro del TD Systems se halla compuesto por un número mucho más corto.

Tadas Sedekerskis ha subido varios peldaños en la jerarquía del equipo, pero Ilimane Diop, Sander Raieste y Arturs Kurucs vienen disfrutando de un protagonismo residual a las órdenes de un técnico montenegrino siempre más cómodo con grupos reducidos.

Prueba de la ausencia de grandes contratiempos a nivel físico es que tres jugadores han disputado los 49 partidos oficiales del Baskonia hasta la fecha (24 de Euroliga, 22 de Liga ACB, los dos recientes de la Copa del Rey y el de la Supercopa ante el Barcelona en Santa Cruz de Tenerife). Se trata de Pierria Henry, Rokas Giedraitis y Tonye Jekiri, todos ellos sometidos a un gran desgaste desde el arranque de la temporada pero cuyo privilegiado físico les permite resistir sin problema físico alguno el frenético ritmo en cuanto a viajes y partidos.

La carga de minutos para el poste nigeriano, eso sí, es mucho menor que la del base estadounidense y el alero lituano, junto a Achille Polonara los dos jugadores con más kilómetros en sus piernas. Precisamente el ala-pívot italiano y Alec Peters son los otros jugadores casi con la vitola de indestructibles tras haber regateado a las lesiones.

Tan solo un esguince de tobillo, un percance habitual entre los baloncestistas, les ha privado de hacer el mismo pleno que sus tres compañeros. Polonara se ha ausentado de dos partidos, la salida a Zaragoza en la ACB y el viaje a Milán dentro de la Euroliga, mientras que Peters causó baja en la visita continental del Khimki al Buesa Arena.

Los cuatro canteranos también han sido inmunes a las lesiones y su ausencia de algunos encuentros ha obedecido únicamente a razones tácticas. Tadas ha disputado 46 de los 49 encuentros azulgranas, una participación algo superior a la de Ilimane (38), Kurucs (35) y Raieste (21).

Youssoupha Fall (43 partidos) es otro de los baloncestistas que está viviendo una temporada de lo más tranquila en cuanto a percances físicos, aunque Ivanovic no siempre ha contado con él en la pelea bajo los tableros. El gigante senegalés arrastraba la siempre engorrosa fascitis plantar en su pie derecho desde el final de la pasada temporada y llegó algo renqueante al comienzo de la actual. Por este motivo, se perdió los primeros duelos ligueros mientras trataba de ponerse al mismo nivel que sus compañeros en la vertiente física.

Otro foco de preocupación en los albores de la campaña fue Zoran Dragic, obligado a parar durante unas semanas por culpa de un edema en la musculatura isquiotibial de la pierna izquierda. El guerrero esloveno, maltratado por dos roturas del cruzado de su rodilla en su carrera, es de los que muestra una gran tolerancia al dolor con 45 apariciones a sus espaldas. De hecho, Ivanovic desveló recientemente que llega compitiendo mucho tiempo con el dedo de una mano roto.

Por último, quien más quebraderos de cabeza ha dado a los médicos del Baskonia ha sido Luca Vildoza, cuyas molestias en la espalda le han mantenido entre algodones entre los meses de diciembre y enero. Con todo, el base argentino ha participado en 45 partidos oficiales, una cifra más que respetable.

Sin ir más lejos, el conjunto alavés vio la pasada temporada cómo dos de sus grandes pilares en la cuerda exterior quedaban fuera de combate a las primeras de cambio para un largo periodo de nueve meses. Jayson Granger sufrió la rotura completa del tendón de Aquiles en un lance fortuito frente el Estudiantes, mientras que el ligamento cruzado de la rodilla derecha de Patricio Garino quedó hecho añicos en noviembre de 2019 ante el Zenit San Petersburgo.

Vildoza. Se ha perdido algunos encuentros debido a las molestias en la espada.

Fall. Se ausentó de las dos primeras jornadas ligueras al arrastrar la fascitis plantar sufrida en la recta final de la pasada campaña.

Dragic. Padeció al inicio del curso un edema en la musculatura isquiotibial de la pierna izquierda.

49

El Baskonia ha disputado 24 de Euroliga, 22 de ACB, dos de Copa y uno de Supercopa. El balance es de 29 victorias por 20 derrotas.

Peters y Polonara también han demostrado ser de hierro tras perderse uno y dos duelos, respectivamente, por un esguince de tobillo