- Parte de la confianza existente en que el TD Systems Baskonia pueda izar este domingo la séptima corona copera de su historia reside en la presencia de Dusko Ivanovic en el banquillo. La leyenda del entrenador montenegrino en Vitoria se ha alimentado a base de éxitos, en ocasiones, impensables.
Sin la presión de ser el gran favorito, tal y como sucedió en la pasada burbuja de Valencia donde certificó su última obra maestra como sheriff del banquillo del Baskonia, se siente como pez en el agua.
Además, el balcánico tiene en la Copa del Rey a una de sus competiciones fetiche. Con 12 partipaciones y 26 partidos a sus espaldas con un balance de 18 victorias y ocho derrotas, se le da especialmente bien. Tan solo el vitoriano Pablo Laso (6) y un incombustible Aíto García Reneses (5) cuentan en la actualidad con más entorchados coperos en su palmarés que Ivanovic.
Nadie mejor que el de Bijelo Polje para manejar las situaciones límite dentro de un torneo dilucidado por la vía del KO en el que un mal día condena al más pintado a la hoguera de la eliminación y en el que entran en juego muchos condicionantes más allá de la calidad de las plantillas. Tan importante es la frescura física para soportar la carga de tres partidos en tres días como la fortaleza mental en los momentos comprometidos.
Dusko siempre es el primero en situar la ambición azulgrana en unos límites siderales y esta vez no será una excepción en la edición del WiZink Center. El hecho de que sea un auténtico especialista a la hora de ganar torneos cortos alimenta la esperanza de unos aficionados ilusionados con la candidatura del TD Systems. De hecho, ostenta siete entorchados de Copa en su haber durante su largo periplo en los banquillos y en Madrid buscará una nueva muesca con la que poder aumentar esa fama de caníbal.
Cuatro han sido izadas en España -tres con el Baskonia (años 2002, 2004 y 2009) y una con el Barcelona en 2007-, dos en Suiza con el Friburgo (1998 y 1999) y otra en Francia con aquel mítico Limoges (2000), justo en vísperas de que se iniciara su exitoso matrimonio con Josean Querejeta. Sin embargo, el montenegrino es un inconformista por naturaleza y siempre quiere más. Su profecía lanzada hace meses asegurando que el conjunto vitoriano estaba en condiciones de ganar dos títulos no merece ser tomada a la ligera.
Ivanovic conoce la pócima para soportar esa presión inherente a competiciones como la Copa, donde las sorpresas estaban a la orden del día hasta que Real Madrid y Barcelona decidieron elevar el nivel de inversión en sus secciones de baloncesto. Desde el año 2009, los blancos han ganado seis títulos de este torneo por cinco su eterno rival. Para el resto no han quedado ni las migajas.
Pilotado por un sargento de hierro que ha vivido toda clase de experiencias y cuyos éxitos han llegado a menudo en condiciones ciertamente adversas sin la confianza previa de los entendidos, el TD Systems parte esta vez desde un segundo plano en el cartel de favoritos.
Dusko se ha labrado desde tiempos inmemoriales una reputación de competidor voraz. Cada vez que se presenta la oportunidad de saciar su apetito de gloria, es capaz de inocular veneno en los ojos de sus pupilos y extraerles el máximo jugo.
Siempre reacio a las excusas y convencido de que con únicamente cinco jugadores en nómina puede obrar cualquier milagro, Ivanovic tiene ante sí el ilusionante reto de conducir una vez más a los altares baloncestísticos a un Baskonia que aterriza en el WiZink Center con la moral por las nubes tras encadenar cuatro victorias consecutivas entre Liga ACB y Euroliga.