- Entre el reguero de noticias positivas que dejó la visita continental del TD Systems al WiZink Center de Madrid hubo que ubicar a un renacido Luca Vildoza. El base argentino, lastrado en algún tramo de esta temporada por molestias físicas en su espalda, se reencontró por fin con su mejor baloncesto acabando el choque con 13 puntos -tan solo un tiro de campo errado-, tres rebotes y seis asistencias para 19 dígitos de valoración. Algo más positivo incluso que sus números fue verle tan suelto y dinámico como en sus mejores noches en Vitoria.

Beneficiado por la extrema debilidad del timón merengue y sin la amenaza de sus compatriotas Facundo Campazzo -ya en los Nuggets de la NBA- y Nicolás Laprovittola -afectado por el coronavirus-, Vildoza fue uno de los brazos ejecutores de Pablo Laso. Sus pinceladas de calidad ensancharon la ventaja azulgrana tras el descanso. No solo recuperó la puntería desde los 6,75 metros sino que incluso se atrevió a desafiar al coloso Tavares en alguna penetración casi con aroma a frivolité por el efecto intimidatorio que produce el caboverdiano a nivel defensivo.

“Vuelvo a sonreír. Necesitaba un partido así para la confianza, necesitaba sentirme importante para el equipo y hoy -por el viernes- demostré que estoy acá y no me fui a ningún lado. Con la ayuda del equipo sumando las asistencias al final y la efectividad que tuvieron, agradecer a los compañeros y al staff que me dieran la confianza”, reconoció Vildoza antes de partir hacia Santa Cruz de Tenerife.

A las puertas de una fase decisiva de la temporada, el albiceleste también valoró el momento que vive un TD Systems de nuevo más reconocible. “Uno como jugador de un equipo grande quiere estar ahí arriba. La verdad es que tuvimos una mala racha el mes pasado y necesitamos remediarlo y volver a levantarnos. Ahora tenemos el objetivo del Tenerife y luego la Copa. Hay que demostrar por qué no estuvimos la pasada temporada en este torneo. Iremos a por todas”, concluyó uno de los jugadores en los que el Baskonia tiene depositadas sus esperanzas para hacer algo grande.