Un Baskonia-Maccabi siempre levanta mucha expectación. Vitorianos e israelíes se han enfrentado nada menos que en 31 ocasiones a lo largo de la historia. El Maccabi es un club mucho más laureado que el Baskonia -ha ganado siete Euroligas y ha sido subcampeón en otras siete ediciones- pero, curiosamente, el conjunto vitoriano sale victorioso en el global de sus enfrentamientos particulares (17-14).
Eso sí, los israelíes han ganado hasta ahora los partidos más importantes entre ambos equipos. El Maccabi superó al Baskonia en los play off de 2011, en la semifinal de 2006 y en la finalísima de 2005.
Este año, las cosas no le van bien. Ya ha perdido ocho partidos de los doce que ha disputado en lo que va de Euroliga y figura en una anómala decimoquinta posición en la tabla. Ni siquiera arrasa como antaño en su Liga doméstica donde ya ha encajado alguna derrota.
De todos modos, el Baskonia no puede confiarse en absoluto. El equipo que dirige Ioannis Sfairopoulos (subcampeón de la Euroliga cono el Olympiacos), cuenta con una plantilla nada desdeñable en la que destacan nombres como Zizic, Hunter, Bryant, Chris Jones... Pero sobre todos hay uno que sobresale: Scottie Wilbekin.
El base y escolta norteamericano, aunque ya nacionalizado turco, continúa en un gran estado de forma esta temporada y casi siempre es el principal faro ofensivo de su equipo. De hecho, es el tercer máximo anotador de la Euroliga (18 puntos de media) y una amenaza constante para todos sus rivales.
La capacidad del Baskonia para minimizar su rendimiento será una de las claves del choque de mañana en el Buesa Arena. Además de sus puntos, Wilbekin contribuye con 4 asistencias, 3 rebotes y se cobra casi cinco faltas (4,6) a sus defensores.
Al director de juego del Maccabi le ha costado afianzarse en la élite, pero lleva ya un par de años en un nivel sublime. Formado en la Universidad de Florida, emigró a Australia tras ser descartado en el draft de 2014 de la NBA. No obstante, enseguida buscó el baloncesto europeo y fichó por el AEK de Atenas unos meses antes de recalar en el Darussafaka turco.
Allí se encontró con David Blatt, un entrenador fundamental para su eclosión definitiva. En su segundo año en el Darussafaka (2017-18), Wilbekin fue proclamado mejor jugador de la EuroCup promediando 26 tantos por encuentro y ganando el título.
El Maccabi le echó el lazo como líder de su nuevo proyecto tras una larga travesía por el desierto en la Euroliga. Acertó, no cabe duda.
No obstante, el Baskonia también cuenta con un argumento de peso para contrarrestarle. La progresión de Pierria Henry -también proclamado mejor jugador de la EuroCup antes de recalar en el Baskonia- ofrece al equipo vitoriano garantías de éxito pese a Wilbekin.