- Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que el Bilbao Basket se empeñaba en tutear e incluso superar a su adversario vitoriano. Desde aquel subcampeonato de Liga logrado por el equipo que entrenaba Katsikaris ha pasado prácticamente una década.

Tampoco el Baskonia ha tirado demasiados cohetes en estos años, aunque siempre ha mantenido ese empeño de codearse con los grandes que los bilbaínos parecen haber descartado hace tiempo.

Un derbi sin color. Otro resultado que no hubiera sido una plácida victoria baskonista habría constituido una de las grandes sorpresas de la temporada. A Mumbrú le han rodeado de un equipito en el que apenas sobresalen dos o tres piezas (Rousselle, Brown y Balvin) sobre la mediocridad general.

El Baskonia compite con otras armas, más físicas y talentosas. Es un equipo de Euroliga aunque bien es cierto que su irregularidad manifiesta y perenne así como su escasa rotación de primer nivel le impiden considerarse favorito a los títulos en juego.

Aunque le da de sobra para doblegar al Bilbao Basket, eso sí. No necesita de una gran actuación sino de una solvencia mínima para no ver en peligro el resultado en ningún momento. Ya llegarán tiempos más gloriosos para los derbis. Ojalá.

Ahora bien, el partido de ayer debería servir para extraer alguna enseñanza. Y repasando el video se podrá comprobar que hubo algunos momentos concretos en los que el Bilbao Basket consiguió atascar a los discípulos de Ivanovic.

Sucedió en el tercer y cuarto cuartos cuando Mumbrú, cada vez más desesperado y ya con una técnica sobre sus hombros, ordenó defender en zona a sus hombres. Y las ventajas que no hacían más que engordar se pusieron a régimen.

De 20 los puntos de ventaja vitoriana cuando restaban 7,30 minutios para terminar el tercer cuarto (50-30) a los doce en apenas un suspiro (57-45). Del festín que se prometía a los aficionados baskonistas que lo veían por la televisión a cierta preocupación por las evidentes dificultades que mostró el equipo para superar ese tipo de defensas cuando ya están establecidas.

Claro que la primera premisa para superarlas es correr y atacar más rápido para evitar que los rivales se coloquen. Pero hay veces que no se puede y es ahí cuando el atasco se produjo con relativa continuidad.

De hecho, el Bilbao Basket mantuvo ese tipo de defensa durante casi todo el último cuarto y el resultado parcial de ese periodo fue un ilustrativo 16-20 a favor de los bilbaínos. Será que ya estaba el partido decidido, que el Baskonia había levantado el pie del acelerador, que los jugadores de Ivanovic no tienen todavía ni el instinto asesino ni el colmillo tan afilado como quiere su entrenador... O será que no saben atacar ese tipo de defensas y que hay que practicar más por si acaso más rivales se dab cuenta.