- El Baskonia dispone hoy, a priori, de una oportunidad inmejorable para hacer borrón y cuenta nueva tras sufrir ante el Asvel un varapalo completamente inesperado. No en vano, aterriza en el Buesa Arena un Bilbao Basket angustiado por su pésimo estado clasificatorio y asolado por las bajas en el puesto de alero, donde el cuadro vitoriano tampoco va sobrado de efectivos. Zyskowski no se ha recuperado a tiempo de un esguince en la rodilla izquierda y Reyes sufrió ante el Real Madrid una pequeña rotura muscular que desaconseja su presencia en la cancha de Zurbano.
Dos pérdidas de peso para un rival azulgrana también pendiente del mercado para reforzar una plantilla con bastantes agujeros. El pívot Kingsley Moses no ha cuajado a las órdenes de Álex Mumbrú y será relevado en breve por Goran Huskic, que abandonará la disciplina del San Pablo Burgos tras no entrar en los planes de Joan Peñarroya.
El Baskonia debería imponer la lógica en una jornada propicia para reforzar su autoestima. La derrota ante los galos ha supuesto un grave paso atrás para las aspiraciones alavesas. Los pupilos de Ivanovic están dando una de cal y otra de arena en una temporada donde no terminan de exhibir la regularidad deseada. Se echa de menos un escolta que libere a Vildoza a la hora de ser el único que asuma la responsabilidad anotadora en los momentos calientes de los partidos y el técnico montenegrino continúa empeñado en acortar el equipo concediendo un rol prácticamente residual a jugadores como Peters, Fall, Diop, Sedekerskis, Kurucs y Raieste.
Todos ellos deberían adquirir esta noche algo de confianza con vistas al futuro. Y es que al Baskonia le espera un calendario sumamente complicado, empezando por la compleja salida del jueves 12 a Rusia ante un CSKA plagado de exjugadores azulgranas como Shengelia, Voigtmann, James y Hilliard.