- Achille Polonara fue ayer posiblemente el jugador que tenía un partido más difícil por delante antes de comenzar el enfrentamiento contra el Khimki. El ala-pívot italiano tenía la responsabilidad de suplir la lesión de Alec Peters, uno de los mejores baskonistas de lo que va de temporada, y hacerlo además contra la pintura del Khimki, la zona menos mermada del equipo ruso en el día de ayer con la presencia de Devin Booker y Jonas Jerebko, dos jugadores de primer nivel. Sin embargo, Polonara no solo no se encogió ante la adversidad, si no que se motivó y completó uno de los mejores partidos que se le recuerda con la camiseta azulgrana.

Desde el primer minuto se notó que el italiano era el jugador que más metido estaba en el duelo de los diez que partieron de inicio. Se mostró muy peleón en la guerra por el rebote en ambas canastas y con mucha más energía que Booker y Jerebko, que llegaban a Vitoria después de una gran minutada contra el Real Madrid mientras el Baskonia descansaba tranquilamente. Sus robos y acierto en la toma de decisiones convencieron a Dusko Ivanovic, que lo mantuvo sobre el parqué durante toda la primera parte.

Se motivó con los robos, los rebotes y sus canastas bajo el aro y aprovechó ese punto de inspiración para anotar dos triples en el segundo cuarto que le sirvieron al Baskonia para mantenerse cerca del Khimki durante sus peores minutos del partido. El italiano llegó al descanso con 14 de los 35 puntos logrados por los gasteiztarras y en la segunda parte, aunque participó menos en la puntuación del equipo, protagonizó algún robo más y volvió locos a los pívots del Khimki, superados por la energía de Polonara.

El encuentro llegó a su final con una jugada que le sirvió al italiano para poner el broche de oro a su actuación y resumió perfectamente su partido. A falta de unos pocos segundos de juego y con muchos minutos encima, puso un tapón descomunal bajo su propia canasta y salió corriendo a toda velocidad hacia la contraria para machacar con ferocidad el gran globo de Vildoza en transición. Finalmente el ala-pívot terminó con 20 puntos, el doble de su máximo hasta ayer en Euroliga, y 10 rebotes. Además, completó el doble doble con cuatro robos y 27 puntos de valoración.

No fue el único protagonista, ya que estuvo bien acompañado por Zoran Dragic. El esloveno hizo olvidar a Henry, que se encontraba indispuesto tras vomitar antes del partido, y estuvo muy acertado en la posición de dos acompañando a Vildoza. Dejó fuera de la rotación a Raieste y su agresividad y decisión hicieron mucho daño al equipo moscovita. Dragic cuajó su mejor partido de lo que va de temporada y, al igual que Polonara, fue un actor secundario convertido en protagonista.

Dusko Ivanovic: "Hemos recuperado la identidad"

Satisfacción. El técnico baskonista felicitó a sus jugadores por la victoria y el trabajo realizado al finalizar el partido y se alegró de la imagen mostrada ante el Khimki, más allá de las ausencias en el cuadro ruso. "Lo más importante es que hemos recuperado la agresividad defensiva y la velocidad. Además, hemos tenido ese punto de paciencia que nos faltaba", aseguró Ivanovic. El montenegrino no quería subestimar al rival, "que realizó una buena primera parte", y destacó que todos los partidos de Euroliga serán difíciles, indistintamente del rival. "Si perdemos nuestra identidad, que es la agresividad atrás, no hay nada que hacer", dijo.