- Los jóvenes se las prometían muy felices en las primeras jornadas de la temporada, cuando Dusko Ivanovic les concedió cierto protagonismo en la rotación. Ayer parecía que el montenegrino iba a seguir en la misma línea, pero cuando vio que el equipo no encontraba el camino y llegaba al descanso diez puntos por detrás de su rival, decidió prescindir de los actores secundarios y ceder la batuta a sus hombres de confianza. Los jóvenes Raieste, Sedekerskis y Kurucs estuvieron desaparecidos en la primera mitad. Raieste, aunque empezó como titular y anotó dos puntos, no aportó la energía que desprendía a principio de temporada. Tampoco fue ese el caso de Sedekerskis y Kurucs. Los tres jugadores cometieron una pérdida de balón cada uno y su valoración, Kurucs con -2, Sedekerskis con -3 y Raieste con 0, fue reflejo de su actuación. Ayer pudieron comprobar los tres que el entrenador azulgrana no se casa con nadie, ni siquiera con Fall, que no disputó un solo minuto en todo el choque.

De hecho, en la segunda mitad cambió el planteamiento inicial y dejó a Polonara, a Raieste y a Jekiri en el banquillo para introducir a Vildoza, Peters y Diop junto a Henry y a Giedraitis. Con ellos cinco sobre la cancha el TD Systems Baskonia reaccionó y logró meterse en el partido con un parcial de 0-13 al principio del tercer cuarto. Fue en ese momento cuando Joan Peñarroya decidió cambiar por completo el quinteto del San Pablo Burgos, justo lo contrario de lo que hizo Dusko Ivanovic, que, de no ser por el cansancio y las faltas, habría mantenido a los mismos cinco jugadores hasta el final del partido.

En efecto, el primer cambio no llegó hasta superados los nueve minutos de juego del tercer cuarto, cuando al cometer Henry su cuarta falta no le quedó más remedio que sentarlo e introducir a Dragic, que poco duró sobre el parqué. Diop, que no había jugado mucho en la primera parte, disputó 14 minutos seguidos hasta que fue sustituido por Jekiri, un cambio que incluso resultó sorprendente, pues Diop cuajó un buen partido y Jekiri sufrió bajo el aro. El que no tocó el banquillo fue Rokas Giedraitis, que jugó toda la segunda mitad. El atracón de minutos del lituano, que solo descansó durante 54 segundos en todo el partido, recordó a algunos de los derroches físicos protagonizados por Shengelia en el pasado.

La que hasta el partido contra el Madrid parecía una plantilla amplia y preparada para pelear en todas las competiciones se quedó ayer en Burgos en una rotación de solo seis jugadores más la participación anecdótica de Dragic y Polonara en la segunda mitad. Puede que el montenegrino tenga que abusar alguna vez más de Giedraitis, Vildoza y compañía, pero a este ritmo llegarán exhaustos al tramo crítico del curso.