- El Baskonia y, por ende, sus aficionados se agarraban a un fino hilo de esperanza con el fin de que el Buesa Arena abriera parcialmente sus puertas este viernes para vivir un picante bautismo de la Euroliga ante el todopoderoso Real Madrid. Pues bien, finalmente tanto la entidad azulgrana como su sexto jugador deberán seguir armándose de paciencia para satisfacer un objetivo que la cruel pandemia del coronavirus está negando de forma sistemática desde el pasado 8 de marzo cuando tuvo lugar el último encuentro con público en la capital alavesa ante el Iberostar Tenerife.

Después de conocer a finales de la semana pasada que el Gobierno Vasco daba luz verde al Kutxabank Araski para permitir que un máximo de 600 aficionados presenciaran el debut de la Liga Femenina Endesa en el polideportivo de Mendizorroza frente al Cadi La Seu, el Baskonia confiaba en que dicha medida fuese extensible a partir de ahora a los encuentros de la Euroliga. A la postre no será así porque la propia organización presidida por Jordi Bertomeu se adelantó ayer a los acontecimientos y confirmó a primera hora de la tarde que el santuario del Buesa Arena continuará cerrado a cal y canto.

A excepción de jugadores, técnicos, directivos, medios de comunicación, un reducido grupo de trabajadores que velarán por la celebración del choque y también algún VIP ubicado en la zona inferior del palco, el resto tendrá vetada su asistencia al mastodóntico templo vitoriano.

El problema es que el del viernes no es un partido cualquiera. Por ejemplo, existía la posibilidad de ver in situ por última vez con la camiseta blanca al temible Facundo Campazzo antes de recalar en la NBA con la próxima apertura del mercado para agentes libres. Llega el Real Madrid con el laureado técnico vitoriano Pablo Laso a la cabeza, sin duda el visitante con más tirón por antonomasia en Vitoria y un rival al que por razones obvias siempre hace especial ilusión ganar.

El Baskonia, por lo tanto, se quedará con la miel en los labios a la hora de recibir el aliento de su sexto hombre en una jornada repleta de morbo donde tratará de dar continuidad a su buen inicio de temporada. El perjuicio por cada jornada con las puertas del Buesa Arena cerradas a cal y canto es enorme no solo en la vertiente deportiva sino también en la económica. Y es que el club azulgrana deberá devolver más adelante a sus abonados el importe de cada partido correspondiente a la Liga ACB y la Euroliga que el virus impida presenciar en directo.

Además del TD Systems, otros diez equipos se han visto perjudicados por la mala evolución de la emergencia sanitaria en sus países y debutarán en el glamuroso torneo continental sin público en las gradas. Son, en concreto, los dos gigantes de la Liga ACB (Real Madrid y Barcelona), los turcos del Fenerbahce y Anadolu Efes, los griegos del Panahinaikos y Olympiacos, los alemanes del Bayern Munich y Alba Berlin, el Maccabi y el Estrella Roja. Ello quiere decir que únicamente siete privilegiados (los rusos del CSKA, Khimki y Zenit San Petersburgo, Valencia Basket, Zalgiris, Armani Milan y Asvel Villeurbanne) podrán abrir las puertas de sus respectivos recintos con las lógicas precauciones sanitarias.

Según detalló la Euroliga, las restricciones van desde los 400 aficionados que podrán congregarse en la Fuente de San Luis de Valencia a los 7.500 que presenciarán el estreno continental del CSKA en el Megasport Arena. Se da la circunstancia de que algún equipo como el Barcelona, cuyo estreno tendrá lugar este viernes ante los de Dimitris Itoudis en el Palau Blaugrana, ha estimado conveniente actuar sin espectadores a pesar de que la situación en la Ciudad Condal lo permitía.

"Debido a la necesidad de mantener seguros a los aficionados, los participantes y el personal de los partidos durante la pandemia global del Covid-19, los equipos de la Euroliga y la Eurocopa comenzarán la temporada 2020-21 con restricciones de asistencia. Estas dependerán de las pautas de salud nacionales y/o locales que todos los clubes de la competición se comprometen a cumplir para ayudar a garantizar los entornos seguros necesarios y derrotar finalmente al coronavirus", explicó mediante un comunicado la organización liderada por Bertomeu para justificar esta dolorosa medida.

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Además del Baskonia, Real Madrid, Barcelona, Fenerbahce, Efes, Olympiacos, Panathinaikos, Alba Berlin, Bayern Munich, Maccabi y Estrella Roja arrancarán la competición sin espectadores en las gradas.

CSKA, Khimki, Zenit, Valencia Basket, Asvel, Armani y Zalgiris sí tendrán el apoyo de un reducido número de seguidores