Impresionante, salvaje, épico, colosal... Cualquier calificativo vale para describir la hazaña protagonizada por el Baskonia en la Fuente de San Luis. Donde no llegó el talento, lo hizo un corazón que no entra en el pecho. Carpetazo por fin a una prolongada sequía que ya duraba una década. La cuarta corona liguera del Baskonia es una realidad tras una final soñada que realzó la fe, la fortaleza mental, el carácter y la perseverancia de un grupo de boinas verdes para la eternidad. Esa puerta atrás entre Polonara y Vildoza a falta de tres segundos, coronada con una mágica canasta del argentino que pasará directamente a los anales de la historia del club azulgrana, supuso el acta de defunción de un Barcelona con el miedo tatuado en su rostro e incapaz de sacudirse los pesados grilletes alaveses en una noche de cuchillos afilados.

Con todo, hubo que contener la respiración a renglón seguido porque al Barcelona le quedó una última bala en la recámara para alterar la felicidad vitoriana. Higgins, en el enésimo tiro incómodo de los catalanes durante la velada, lanzó un triple casi acrobático que fue escupido por el aro. El fallo del estadounidense desató la locura. No era para menos. Había hincado la rodilla el equipo de los 40 millones de presupuesto. Figuras reclutadas a golpe de talonario completamente desnortadas e impotentes para sostenerse en pie a la hora de la verdad por el sobrio trabajo de contención de la apisonadora defensiva baskonista.

Fue el justo castigo para las millonarias estrellas culés, desorientadas por la pésima dirección de Pesic, incapaz de proteger las faltas de Mirotic en el último cuarto o que se pegó un tiro en el pie al retirar de la circulación a Heurtel en la última jugada. La merecida recompensa para un Baskonia que supo gestionar mucho mejor la tensión de unos minutos finales repletos de errores. Condena para un veterano entrenador rival que puede tener la carta de despido encima de su mesa en breves fechas.

Una despedida apoteósica para Shengelia o Shields, que harán las maletas con destino a Rusia y Milán, respectivamente, tributo al impagable ardor de guerreros como Polonara, Diop y Dragic, rendición a la magia de Vildoza convertido en un auténtico jugón para desatascar ataques pastosos... Hasta el sospechoso Janning contribuyó de forma decisiva a la gesta con dos triples providenciales que hicieron creer aún más al Baskonia, que dejó al Barcelona en unos guarismos raquíticos tras el intermedio. Tan solo Heurtel y los tiros libres de Oriola prolongaron la incertidumbre.

Entre dos equipos completamente fundidos terminó reinando una vez más el cuadro vitoriano. Con la misma entereza exhibida en la fase de grupos ante el Unicaja o el Valencia Basket en semifinales. Un grupo casi indestructible al que nadie ha conseguido sacar de los partidos. Nada es fruto de la casualidad. La obra de Ivanovic, merecedor como poco de un monumento en Vitoria, tuvo un epílogo embriagador. El técnico montenegrino dejó en evidencia a Pesic, superado por la magnitud de la final. Se jugó a lo que quiso el Baskonia, con problemas para anotar en ataque posicional y huérfano de la mejor versión de Shengelia pero de nuevo sostenido por un conmovedor esfuerzo atrás que salpicó el sudor a las gradas de la Fuente de San Luis.

La puesta en escena alavesa ya invitó a soñar con un notable trabajo de fontanería, pero el ingreso de Heurtel cambió el devenir de los acontecimientos. El francés dio otro aire al ataque blaugrana no solo con su mordiente ofensiva sino también con su clarividencia. También apareció un imperial Kuric para poner más palos en las ruedas del sueño de un Baskonia que se sostuvo en el segundo cuarto gracias a los tiros libres.

Se esperaba como agua de mayo el duelo Mirotic-Shengelia y las estrellas de cada equipos rayaron muy por debajo de lo esperado. El georgiano, demasiado acelerado y en el que fue haciendo mella la frustración, tardó quince minutos en inaugurar su casillero anotador. El Baskonia compensó su desacierto exterior con su pujanza en el rebote ofensivo. La resurrección llegó en una segunda mitad radiante en el plano defensivo. El Barcelona vivió un calvario para anotar y comenzó a mostrar sus dudas. Hasta que la conexión Polonara-Vildoza remató una faena de aliño. A cerca de 600 kilómetros, Vitoria descorchó el champán.

Defensa, fe y una puerta atrás Se jugó a lo que quiso el Baskonia en la final. Ivanovic consiguió amargar la existencia a las estrellas culés, desnortadas e incapaces de sacudirse los pesados grilletes alaveses. La conexión entre Polonara y Vildoza remató la faena para un equipo vitoriano falto de talento pero con un corazón que no entra en el pecho.

Un triunfo coral No hizo falta una buena versión de un exhausto Shengelia para alzar la cuarta ACB de la historia. Sin embargo, Vildoza y un renacido Janning aportaron mordiente al perímetro, el trabajo sucio llevó un día más la firma de Diop, Dragic, Polonara... Un grupo con mayúsculas que ha completado una gesta conmovedora.

Ivanovic Gran responsable de un éxito absolutamente impensable allá por diciembre del año pasado. Se 'comió' a Pesic en el duelo de estrategas. El hombre que ha devuelto la fe a un grupo triste que daba tumbos. Ha construido un equipo granítico que rompió todos los pronósticos en Valencia. Apostó por Vildoza en el cinco titular, recurrió a los dos 'cuatros' en el epílogo y dio confianza a un valioso Janning.

Vildoza

El héroe de la cuarta ACB de la historia con esa puerta atrás a falta de tres segundos para la conclusión que directamente pasará a los anales de las legendarias canastas del Baskonia.

El base argentino coronó el colosal trabajo del combinado vitoriano, que colapsó por completo el ataque catalán tras el intermedio

El triple errado por Higgins sobre la bocina desató la locura en las filas del Kirolbet, capaz de salir airoso del enésimo final de infarto

67 Barcelona: Hanga (3), Higgins (14), Claver (4), Mirotic (8), Tomic (2) -cinco inicial-, Heurtel (21), Davies (4), Abrines, Oriola (3) y Kuric (8).

69 Kirolbet Baskonia: Henry (2), Vildoza (17), Shields (9), Shengelia (14), Eric (2) -cinco inicial-, Polonara (4), Diop (10), Dragic (3), Granger y Janning (8).

Parciales: 16-17; 23-16; 12-18; 16-18.

Árbitros: Peruga, Hierrezuelo y Conde. Han eliminado a Mirotic en el minuto 34. Han señalado falta técnica a Pesic.

Incidencias: Fuente de San Luis. Final de la Liga ACB.