- Las grandes competiciones deportivas mundiales se exprimen en estos días las meninges en busca de soluciones para finiquitar de la mejor manera posible sus temporadas en curso, tendencia a la que no se escapa una Euroliga que detalló ayer, en boca de su máximo responsable, el director ejecutivo Jordi Bertomeu, los planes que el organismo ha trazado para intentar concluir la presente campaña. El primer objetivo es determinar un nuevo campeón mediante el sistema que se encontraba estipulado, pero, si es imposible, se marcan las opciones de una final de concentración de ocho equipos en una sede única o, llegado el punto, incluso la cancelación definitiva de la temporada si para finales de julio, fecha límite marcada por la propia Euroliga para la conclusión del torneo, no se dan las condiciones de seguridad necesarias para jugar. Diferentes escenarios que solo se podrán ir valorando según se vayan desarrollando los acontecimientos con el coronavirus, con la idea de que a finales de mayo ya se puedan aventurar decisiones definitivas acerca de la resolución del máximo torneo del baloncesto continental, a las que permanecerá muy atento el Kirolbet Baskonia como afectado directo.
"Nuestro objetivo es acabar la temporada. Queremos hacerlo, pero solo lo haremos cuando las condiciones sanitarias lo permitan. No vamos a poner en peligro la salud de deportistas, entrenadores, árbitros, aficionados... Solo la reanudaremos cuando tengamos todas las garantías. Y querríamos terminar en la actual forma: liga regular, play off y FinalFour", señaló Bertomeu en comparecencia telemática con los medios de comunicación europeos que siguen la Euroliga.
Esa idea primigenia de respetar la competición tal y como fue ideada en su momento parece topar ya de frente con la realidad que marca el calendario. Quedan seis jornadas de fase regular por disputarse, a las que habría que añadir el máximo de cinco encuentros del play off de cuartos y también las semifinales y la final. Comprimiendo al máximo el tiempo de descanso entre cada encuentro, prácticamente dos meses de competición. Un formato prácticamente inviable cuando la propia Euroliga marca finales de julio como límite para finalizar la temporada y es imposible que se retome la competición antes de junio.
"Creemos que no podemos pasar de finales de julio. No podemos irnos a septiembre u octubre porque pondría en peligro la siguiente temporada, sólo incrementaríamos el problema y tendría un gran impacto negativo. Descartamos el escenario de jugar en septiembre. Tenemos que tomar una decisión no antes de mediados de mayo y yo diría que más hacia finales de mes. Pero en estas circunstancias estos calendarios pueden cambiar en cualquier momento. Tenemos información diferente dependiendo de qué país hablemos. Es un riesgo intentar predecir algo", continuó.
En ese sentido, la celebración de la Final a Cuatro en Colonia como estaba prevista es un plan que ya ha pasado a mejor vida. Y como respetar el formato original de la competición también es prácticamente imposible, Bertomeu también señaló como viable, si al final se puede jugar, realizar un torneo de concentración con ocho equipos en una sede única.
"Obviamente la Final Four no se disputará en fecha prevista en Colonia. Quizá no podemos mantener el formato. Pero tenemos un plan alternativo. La idea es cambiar play off y FinalFour por una FinalEight, todo en un país", señaló un Bertomeu que aseguró también que se devolverá el dinero a los aficionados que hubiesen comprado entradas para la cita en la ciudad alemana, ya que el objetivo de volver a jugar esta temporada con público es imposible.
"Creo que el escenario mas realista es pensar que si podemos volver a las competiciones será sin aficionados. No es realista pensar en escenarios con público en las gradas. Espero que esta situación termine con la 2019-20 y no afecte a la 2020-21. Soy optimista de cara a la temporada que viene. Probablemente los protocolos serán diferentes pero espero que empecemos la temporada con nuestros espectadores, es mi esperanza. Si no se puede tendremos que ser flexibles y buscaremos soluciones", detalló.
Todas las organizaciones deportivas miran en estos momentos a China, origen del virus, y la CBA, la liga de baloncesto de dicho país, se ha tomado como un termómetro para el resto. Por eso, su reciente anuncio de que no se retomará la temporada hasta julio -se había anunciado el regreso para mediados de abril y luego para principios de mayo- hace que todos se muevan con cautela. En este sentido, el máximo mandatario de la Euroliga señaló que, llegado el momento, la competición se cancelará definitivamente si no existen las medidas de seguridad necesarias para no poner en riesgo a nadie.
"El hecho de que la CBA se haya pospuesto es un indicador clave para ver lo importante que es tener toda la seguridad para volver a la competición. No vamos a proponer ninguna decisión que suponga un riesgo. Si tenemos que cancelar la temporada, lo haremos. No vamos a tomar riesgos", continuó.
De la misma manera, Bertomeu advirtió del serie riesgo que corren, en el caso de que finalmente se pueda retomar la competición, aquellos clubes que han liberado de sus contratos a los jugadores: "Si los clubes cortan contratos es cosa de los clubes no de la Euroliga. Nosotros les hemos recomendado que los mantengan, pero es cosa de los equipos y entendemos las medidas, pero es responsabilidad de los equipos y de los jugadores. Si algún equipo corta a algún jugador no podrá inscribir a ninguno nuevo si se retoma la competición y si no tiene el número mínimo no podrá competir".