- No habrá Euroliga, como mínimo, hasta el próximo 11 de abril. Así lo aseguró ayer Jordi Bertomeu en una carta pública a través de la web de la máxima competición continental. La pandemia del coronavirus dejará a los aficionados durante un mes, siempre en el mejor de los casos, huérfanos del mejor torneo a este lado del Atlántico. Un primer cálculo que perfectamente podría verse ampliado en función de cómo evolucione una crisis sanitaria de consecuencias imprevisibles en todos los ámbitos. De esta forma, los mejores clubes de Europa -entre ellos, un Baskonia que no retomará el trabajo hasta el lunes- deberán planificar una novedosa hoja de ruta destinada a tratar de mantener la forma física en un extraño contexto de ausencia de partidos.

Pese a que la posibilidad de que la Euroliga y la Liga ACB no puedan reanudarse también es muy factible y está contemplada encima de la mesa de todos los actores que integran el baloncesto tras declararse el estado de alarma en varios países, el presidente de la Euroliga mantuvo viva la llama de la esperanza. "Seguimos comprometidos a darle un final a lo que ha sido hasta ahora una temporada excepcional", reconoció.

Restan por disputarse las seis últimas jornadas de la fase regular, los cruces al mejor de cinco encuentros correspondientes al Top 8 y la Final a Cuatro en un Lanxess Arena de Colonia que momentáneamente también ha bajado su persiana. Por lo tanto, tocará hacer milagros y poner todo el mundo de su parte para habilitar fechas en un calendario ya de por sí excesivamente cargado, pero la voluntad de los dieciocho clubes es que esta edición de la Euroliga -la mejor de la historia debido a su espectacular formato de todos contra todos- termine viviendo sus últimos coletazos, siempre con la salud de los protagonistas como prioridad.

La misiva de Bertomeu a los aficionados arrancó calificando la crisis del coronavirus como "la situación más difícil" vivida por la Euroliga en toda su historia. "Desde el primer momento en que el COVID-19 llegó a Europa, nos tomamos el problema con la máxima seriedad y siguiendo meticulosamente las instrucciones de los gobiernos nacionales y regionales, así como las de las autoridades globales relevantes. Esto nos ha llevado a tomar decisiones impopulares, incluyendo jugar a puerta cerrada o reubicar partidos lo que ha dañado nuestro tesoro más preciado, los seguidores, y, en última instancia, la escalada nos ha obligado a suspender temporalmente nuestras competiciones".

En la comunicación no se dieron plazos más allá del mes de parón. De momento, tan solo se contabiliza un positivo en la figura del madridista Trey Thompkins, aunque estas buenas intenciones pueden saltar por los aires si surgen nuevos infectados o muchos jugadores -especialmente los norteamericanos- deciden volver a su país natal. Bertomeu se congratuló por la gran reacción del baloncesto a la crisis y calificó a la Euroliga como una comunidad a la que "todos pueden sentirse muy orgullosos de pertenecer". Por último, recordó que los médicos de la competición monitorizan la situación a diario.

"Jugar a puerta cerrada o reubicar partidos han dañado nuestro tesoro más preciado: los fans"

"Esperamos poder contar un triunfo y que los torneos se reanuden lo antes posible"

Presidente de la Euroliga