vitoria - Uno de los grandes problemas del Baskonia desde que arrancó la temporada ha estado centrado en la posición de base. Los sucesivos y graves problemas físicos que han afectado a los jugadores inicialmente destinados a desempeñar esa función han provocado unas profundas desconexiones que han llevado al equipo, en muchos encuentros, a moverse a la deriva. La increíble plaga de lesiones que se ha cebado con los unos azulgranas ha motivado una sensación de permanente inestabilidad y la obligación de incorporar a dos jugadores para cubrir ese puesto sobre la marcha. Unos refuerzos que, evidentemente, necesitaban un inexistente periodo de adaptación para poder comenzar a ofrecer su rendimiento.

Lejos de eso, tanto Sergi García como Semaj Christon no han tenido más remedio que asumir un papel destacado en las rotaciones del equipo desde casi antes de completar su primer entrenamiento a las órdenes de Dusko Ivanovic. Una exigencia que, como no podía ser de otra manera, les obligó a pagar un inevitable peaje. Sin embargo, el encuentro de ayer ante el Asvel permitió disfrutar de lo que podría ser un esperanzador cambio de tendencia.

De esta manera, en su cuarto partido como baskonista, el director de juego estadounidense se convirtió en una pieza determinante para que la victoria se quedara en el Buesa Arena. Su estadística en los algo más de 31 minutos que disputó no deja lugar a dudas al respecto. Porque el de Cincinnati rubricó un notable expediente con dobles figuras (11 puntos y 11 asistencias) y 15 de valoración que se situó entre los más destacados de la contienda.

Pero más allá de las siempre frías cifras, lo mejor de la actuación de Christon de ayer fue las sensaciones que transmitió sobre el parqué. Por primera vez en mucho tiempo, el Baskonia disfrutó de un timonel firme en la pista que supo encontrar casi siempre la mejor opción disponible y llevar el juego vitoriano al ritmo que más le convenía en cada momento.

Con estos argumentos, el americano fue capaz de controlar con solvencia la cita y solamente en los minutos en los que Dusko Ivanovic le concedió un pequeño descanso el Asvel fue capaz de aflojar el yugo baskonista y estrechar las diferencias que casi simpre reflejó el marcador a favor de los locales.

Probablemente lo mejor de todo, además, es que Christon apenas ha tenido tiempo todavía de conocer a sus nuevos compañeros y se atisba aún un importante margen de crecimiento en su rendimiento. Cuando el paso del tiempo y la acumulación de entrenamientos le permita adaptarse completamente a las muchas necesidades del equipo, su aportación debería continuar creciendo y eso, evidentemente, redundará en beneficio del equipo. Por el momento, lo que parece que empieza a ser una realidad es que el Baskonia vuelve a tener timonel.