vitoria - El baloncesto es un deporte que se juega con las manos pero el Kirolbet Baskonia pareció saltar ayer al Buesa Arena con estas extremidades amputadas. Unos cortes que, como no podía ser de otro manera, le pasaron una costosa factura a la escuadra de Velimir Perasovic. Los raquíticos 55 puntos que registró el marcador azulgrana a la conclusión de los cuarenta minutos fue el mejor ejemplo de ello. La peor anotación de toda la temporada tanto en la Euroliga como en la ACB. Un bagaje que, evidentemente, convertía en una absoluta quimera la posibilidad de competir siquiera frente a un adversario de la entidad del Real Madrid.

Solamente el elevado -y poco habitual- número de errores que también protagonizó el vigente campeón de la ACB, que acabó con nada menos que quince pérdidas, evitó que la contundencia del sopapo recibido por la escuadra alavesa fuera sensiblemente superior a los veintidós tantos de diferencia que registró el marcador definitiva.

Es verdad que los de Pablo Laso pusieron en práctica una defensa notable que buscó poner en problemas a su oponente pero, desgraciadamente, ese no fue ni de lejos el mayor problema del ataque del Baskonia. El cuadro local fue incapaz a lo largo de todo el duelo de encontrar la lucidez y desde el mismo instante en el que iniciaba las jugadas con la pelota en las manos de sus bases sus movimientos se convertían en insuficientes e inconexos impulsos individuales.

Pero es que si malo fue el proceso de creación, qué puede decirse de la ejecución. Un killer como Igor Rakocevic a buen seguro que no pudo evitar revolverse en su asiento en el palco de ayer viendo cómo sus sucesores estrellaban una y otra vez sus lanzamientos -en el mejor de los casos- con el aro merengue. Y es que la estadística azulgrana no puede ser más desoladora. Teniendo en cuenta todos los tiros de campo, los discípulos de Velimir Perasovic ni siquiera fueron capaces de alcanzar el 40% de efectividad. En concreto, únicamente pudieron convertir 31 de los 84 que intentaron para concluir con un lamentable 36%.

El desacierto fue de tal calibre que ni siquiera desde la línea de personal aprobó el Baskonia. Volviendo a incurrir en un error ya conocido, se quedó en 11/21 (52%) con fallos claves en los pocos momentos en los que pareció tener opciones de acercarse en el marcador. El 43% (16/37) en tiros de dos y el 15% (4/26) en triples entran ya directamente en el capítulo de inaceptables.

Pero es que la retahíla de datos que ilustran la nueva debacle azulgrana de ayer podría ser interminable. Otro de los más significativos es, sin duda, el pírrico número de asistencias (cuatro) que aparecen en su estadística. Sin buenos pases ni acierto, la confianza huyó al sprint de unos jugadores que, desgraciadamente, comprobaron en carne propia que es casi imposible jugar al baloncesto sin manos.