Vitoria. Los hombres de Velimir Perasovic acumulan tres partidos perdidos de forma consecutiva entre la Liga Endesa y la Euroliga, pero jugarán en una de las canchas más complicadas de la competición continental, el Ulker Arena de Turquía.
Delante tendrán a una de las organizaciones más poderosas de Europa que, sin embargo, ha comenzado la liga con uno de los peores bagajes de los últimos años, al firmar dos derrotas en dos partidos, ante el Real Madrid y el Estrella Roja.
Zeljko Obradovic sigue sin contar con el pívot francés Joffrey Lauvergne que arrastra una lesión de larga duración y acaba de incorporar al checo Jan Vesely a un equipo que ha cambiado en algunas posiciones respecto a la temporada pasada.
La llegada de el galo Nando De Colo, procedente del campeón europeo, el CSKA de Moscú, ha tenido un impacto inmediato en el juego turco, pues es el máximo anotador del equipo en este arranque y el motor ofensivo con ayuda de otros jugadores nuevos como Derrick Williams, encargado de suplir la marcha a la NBA del italiano Nico Melli.
En los últimos siete años, el Baskonia solo ha ganado una vez en la cancha otomana. La última vez fue en la campaña 2016-17, 74-79, con Sito Alonso en el banquillo y un gran Shane Larkin sobre el parqué.
En esta ocasión los baskonistas llegan con muchas dudas a este duelo, no solo por los resultados, sino por la situación física de algunos jugadores.
El argentino Luca Vildoza se vestirá de corto después de perderse el último partido ante el Bilbao Basket por un esguince en el hombro, mientras que el canadiense Nik Stauskas debutará en la competición continental, tras hacerlo el pasado domingo en la ACB.
Por precaución también ha viajado el canterano Lautaro López, que podría participar según las sensaciones que tenga su compatriota Vildoza, que hace una semana sufrió un golpe en su hombro en el encuentro ante el Khimki.