vitoria - Muchas claves mantienen a estas alturas vivo el sueño de la Final a Cuatro para un Baskonia obligado a seguir desenterrando el hacha de guerra y embarrar al máximo los partidos si quiere hincar el diente a un rival plagado de malabaristas en el perímetro como el CSKA. Entre los consumados pistoleros de Itoudis, uno permanece anestesiado. Como si la cosa no fuera con él pese a que su contrato es uno de los más elevados de la Euroliga.
Lejos de erigirse en una amenaza o tener las garras afiladas, Nando de Colo ha deambulado como alma en pena en los dos primeros duelos del Top 8. El estilista francés sigue de cuerpo presente en Moscú, pero todo hace indicar que hace tiempo que su cabeza está fuera del CSKA. Por mucho que el despliegue defensivo de los exteriores de Perasovic sobre su figura haya sido encomiable, se trata de un jugador al que se le caen los puntos de los bolsillos y que siempre se ha sacado conejos de la chistera para encontrar rendijas en la búsqueda de la canasta.
Al margen de haber estado desacertado en sus tiros abiertos, desde su posición del uno-dos ha sido anulado por sus pares -preferentemente Hilliard cuando ambos han coincidido sobre la cancha- para insuflar algo de clarividencia a un baloncesto ruso, por momentos, anárquico y de lo más previsible con cuatro hombres bien abiertos y casi sin una boya interior. En el primer asalto, De Colo sumó 11 puntos en 16 minutos, viéndose completamente eclipsado por el Chacho y Higgins, mientras que 48 horas más tarde su papel resultó más intrascendente si cabe con 6 puntos en 17 puntos y unos porcentajes ciertamente erráticos (2 de 7 en tiros de campo).
No solo resulta llamativa su paupérrima aportación en el plano ofensivo sino también el escaso minutaje en pista. Puede ser la prueba fehaciente de que algo se ha roto en la relación entre Itoudis y un exterior galo que está dando sus últimos coletazos en Moscú. Y es que, tras un largo lustro como integrante del club del Ejército Rojo, De Colo está nominado para iniciar en verano una nueva etapa en otro club europeo o, en su defecto, intentar su vuelta a la NBA, donde en su día nunca acabó de asentarse como un elemento importante de la rotación de los Spurs y sería incluso relegado al filial de la Liga de Desarrollo.
En los dos encuentros de la fase regular, el killer nacido en Sainte-Catherine tampoco ha brillado con luz propia. En la derrota del CSKA en el Buesa Arena por un ajustado 76-73, firmó su segunda anotación más baja de la presente Euroliga con 2 puntos en 21 minutos y un pírrico 1 de 8 en tiros de campo. En la derrota azulgrana en la vuelta celebrada en el Megasport Arena (82-78), se fue hasta los 11 puntos, pero más de la mitad de ellos llegaron desde la línea de personal. Un motivo más, por lo tanto, para estar con las orejas tiesas en vísperas del tercer capítulo. - O. San Martín