vitoria - El Kirolbet Baskonia celebró por todo lo alto la importante victoria cosechada anoche ante el Armani Milán pero para poder hacerlo tuvo que recorrer un duro camino a lo largo del cual resultaba harto complicado por momentos soñar con la posibilidad de cerrar el duelo con el guión deseado. Así lo reconoció Velimir Perasovic en su análisis de lo acontecido sobre el parqué del Buesa Arena. Un escenario en el que el conjunto local se vio obligado a sobreponerse a un arranque complicado hasta terminar reconduciendo la situación.

“Nos mataron en los dos primeros cuartos con su acierto ofensivo pero en la segunda parte conseguimos que únicamente anotaran 26 puntos. Al final logramos sacar un partido que se nos había puesto cuesta arriba y nuestra defensa fue decisiva para hacerlo”, apuntó el preparador croata.

En este sentido, el técnico del banquillo vitoriano consideró que la elevada anotación transalpina hasta el descanso de debió más a sus aciertos que a una falta de intensidad de la escuadra de Zurbano. “Es verdad que hemos estado mejor después del descanso y que cuando recibes tantos puntos parece que te falta intensidad pero no hay que olvidar que el Milán es uno de los mejores equipos en anotación de la Euroliga. Su manera de jugar hace daño. Son capaces de meter muchos tiros aunque estén bien defendidos y te hundes un poco. Cuando fallan es más fácil porque puedes coger el rebote y salir a la contra”, explicó.

COntrol del rebote Y precisamente el dominio de los tableros fue otra de las claves de la resolución de la contienda a juicio del preparador balcánico. “Controlamos el rebote y eso nos ayudó a jugar mejor”, reseñó. Por otro lado, Peras también reconoció que la inesperada reacción que protagonizó su equipo cuando peor pintaban las cosas le ayudó a encarar el regreso de los vestuarios con otra cara. Y es que cuando perdía por catorce puntos -en lo que era la máxima ventaja del Milán- en el tramos final del segundo cuarto, el Baskonia firmó algo más de un minuto de juego notable que le permitió endosar un 7-0 de parcial a su oponente y reducir considerablemente la brecha en el marcador. “Ese parcial antes del descanso fue muy importante para nosotros. Nos dio vida y confianza. Después empezamos el tercer cuarto mucho mejor y pudimos continuar con la reacción”, argumentó.

El preparador croata se refirió también a la posible incidencia que puede tener en la marcha futura del equipo el hecho de verse séptimo en la clasificación y mantener el puesto de play off por segunda jornada consecutiva. “Cada partido que queda va a ser otra historia y otra final. Ninguna victoria ni ninguna derrota es decisiva en estos momentos. Tenemos que jugar mejor, ser más consistentes y nos concentramos únicamente en el siguiente partido, contra el Darussafaka, que es un equipo siempre compite”, señaló.