vitoria - A lo largo de todas las temporadas siempre hay algunos encuentros que, por el momento y las circunstancias en las que se producen, se convierten en claves para la suerte final de los protagonistas de los mismos. Algo que, sin ninguna duda, puede aplicarse a la cita que tienen este viernes en el Buesa Arena el Kirolbet Baskonia y el Armani Milan. Aunque todavía restan doce largas jornadas para la conclusión de la fase regular de la presente edición de la Euroliga, lo cierto es que el choque ante los italianos se presenta con el cartel de claro punto de inflexión -en un sentido o en otro- en la trayectoria de los azulgranas.

Pese a padecer las últimas semanas el asedio de las lesiones y los contratiempos de salud, el combinado de Velimir Perasovic consiguió el pasado viernes -gracias a su triunfo sobre el Herbalife Gran Canaria- hacerse un hueco entre los ocho primeros clasificados y situarse en puesto de play off. Algo que no lograba nada menos que desde la primera jornada y que debe considerarse un éxito. Especialmente teniendo en cuenta la reducidísima nómina de jugadores que tiene a su disposición el preparador croata. Sin embargo este ansiado asalto a un lugar entre los elegidos no puede considerarse ni mucho menos el final del camino.

Se trata más bien de poco más que una anécdota que, eso sí, puede aportar una buena dosis de confianza a los vitorianos. Pero la clasificación no engaña y ahora mismo presenta a octavo, noveno y décimo -Baskonia, Milán y Panathinaikos respectivamente- igualados a ocho victorias y diez derrotas. Y precisamente dos de los integrantes de este particular trío se ven las caras este viernes en el Buesa Arena.

Un choque que ofrece un premio elevado al cuadrado para quien consiga llevarse el gato al agua. Superado ya el ecuador del torneo, parece evidente que vitorianos y transalpinos se han convertido en rivales directos para acceder a las eliminatorias de cuartos de final. Los seis primeros de la tabla -especialmente el cuarteto de cabeza- se antojan ya inalcanzables para el resto y, por detrás, al menos cuatro equipos parecen destinados a pelear por las dos plazas de play off que faltarían por asignar. Y en esa guerra particular ganar una batalla clave como la de esta semana puede resultar definitivo.

Basketaverage en juego Más todavía teniendo en cuenta la máxima igualdad que presentan ambos contendientes. En estos momentos no solo están igualados a triunfos sino que también tienen idéntica diferencia entre puntos a favor y en contra (10). Si a esto se le añade que el enfrentamiento de la primera vuelta únicamente se resolvió por tres puntos de diferencia (93-90) a favor de la escuadra transalpina, queda claro que el escenario resultante confiere al duelo de este viernes una enorme trascendencia.

Porque, en caso de victoria del Kirolbet Baskonia, supondría asestar un golpe difícil de devolver a uno de sus principales adversarios para acceder a las eliminatorias de cuartos de final. Especialmente si lo consigue por más de tres puntos de diferencia, con lo que se aseguraría tener el basketaverage a su favor en caso de empate al final de la fase regular. En esa hipótesis, los azulgranas aventajarían en un partido al Armani (que serían dos en caso de igualada en la última jornada) a falta solamente de once por disputarse.

Una renta desde luego muy interesante pero que también puede convertirse en un muro casi infranqueable para los de Perasovic si los italianos salen victoriosos del Buesa. Se trata, por lo tanto, de una contienda en la que los dos protagonistas se juegan buena parte de sus opciones de éxito futuro y en la que no pueden permitirse el más mínimo error. La recompensa al alcance así lo exige.