Pese a que seguramente no exista una estadística que lo certifique, la experiencia acostumbra a demostrar que cuando se arrastra alguna molestia casi siempre se recibe un golpe en el mismo sitio. Al perro flaco todo se le vuelven pulgas y lo que va mal tiende a ir peor. Una situación que comprobó ayer en carne propia un Kirolbet Baskonia que vivió una tarde repleta de sustos que, afortunadamente, acabó bien tanto en lo que hace referencia al resultado como a las consecuencias ?al menos a priori? de los percances que sufrieron sus jugadores.

La visita al Joventut ya nació torcida al confirmarse que Voigtmann no podía viajar a Badalona como consecuencia de la gripe que ya le había impedido jugar el viernes ante el Gran Canaria. Con esta baja de última hora Velimir Perasovic volvía a disponer de una plantilla bajo mínimos en la que resultaría virtualmente inasumible una nueva baja. Sin embargo, no faltó mucho para que el preparador croata se viese forzado a afrontar un escenario tan dantesco como ese.

Y es que hasta tres azulgranas tuvieron que abandonar momentáneamente la pista debido a diferentes molestias. Los que encendieron especialmente las alarmas fueron Matt Janning y Savon Shields, que sufrieron sendos esguinces en su tobillo izquierdo. El de Minnesotta ?que arrastra también molestias en una mano? fue el primero en torcerse la articulación en una acción fortuita que le llevó de inmediato al banquillo. Tras ser examinado por el doctor y el fisioterapeuta y ante la evidente necesidad de su concurso fue sometido a un nuevo vendaje y al poco tiempo pudo regresar a la pista. Lo hizo, eso sí, con una evidente cojera que, como es lógico, lastró su rendimiento.

Una situación calcada a la que vivió Shields en el tercer cuarto. También acabó el duelo renqueante y habrá que esperar a la evolución de ambos en los próximos días para descartar definitivamente que estos esguinces tengan consecuencias más graves. Poirier y Huertas, por su parte, recibieron sendos golpes de los que parecieron recuperarse. Un parte de guerra preocupante pero que, al menos, no añadió más nombres a la larga lista de bajas confirmadas. Una relación que si la gripe o nuevos percances no lo impiden se verá reducida ante el Milán. l