Vitoria - No hace ni diez meses que Vincent Poirier recaló en Vitoria como un perfecto desconocido. Más allá de sus imponentes 213 centrímetros de estatura y su notable envergadura, su incursión en el roster baskonista para este curso era todo una incógnita. Una temporada después, su rendimiento sobre la cancha y su implicación en la filosofía del club ofrecen pocas dudas, por no decir ninguna, del acierto que supuso su fichaje. Sus actuaciones en lo que va de serie ante el Real Madrid no dejan de ser un termómetro más que fiable para medir su temperatura anímica y corporal.
Poirier fue el pasado domingo uno de los jugadores más destacados del Baskonia junto a Beaubois y Janning. Y eso que le tocó bailar con la más fea, un formidable coloso llamado Tavares, ante el que el poste francés nunca se amedrentó. “Creo que debemos cometer menos errores. Hicimos un gran partido, pero algunos detalles como las pérdidas, malos tiros... Tenemos que estar concentrados en nuestro partido e intentar que acabe de forma diferente”, avanzó ayer. Respecto a la forma de parar al pívot nacido en Cabo Verde, Poirier aconsejó lo siguiente: “No se trata de pararle a él. Hace una gran defensa, cambia muchos tiros y cambia nuestro ataque, así que tenemos que encontrar la forma de anotar cuando él esté en pista. Nos toca ganar hoy y después, en Madrid, en un partido cualquier cosa puede pasar. Vamos a concencentrarnos para hoy y ya veremos luego qué podemos hacer”, zanjó. - DNA