vitoria - Es el último banco de pruebas antes del momento culminante de la temporada. A tres días de que vea la luz el apasionante cruce del Top 8 ante el Fenerbahce de Zeljko Obradovic, el Baskonia busca esta mañana recuperar nuevamente las buenas sensaciones antes de volar a Estambul y, sobre todo, reencontrarse con una victoria que sirva para dejar atrás el amargo sabor de boca de su reciente traspié ante el Valencia Basket, verdugo que cortó en la Fonteta una asombrosa racha victoriosa de prácticamente tres meses en la ACB.

Antes de zambullirse en un salvaje cuerpo a cuerpo con el vigente campeón de la Euroliga, que este fin de semana descansa en Turquía y ya no sudará antes del primer partido previsto el miércoles de la próxima semana, el equipo vitoriano necesita hacer sus deberes en el frente domestico y domar a una de sus bestias negras en el frente doméstico. El Iberostar Tenerife, precisamente el último equipo que le había hincado el diente a mediados de enero antes de la derrota en la Fonteta, se le ha atragantado en exceso en los últimos tiempos. La de hoy es una buena oportunidad para consolidar el segundo puesto, ya que el Barcelona afronta por la tarde un desplazamiento exigente al Martín Carpena para dar la réplica a un Unicaja de nuevo al alza.

Tras sucumbir en Málaga y el miércoles de esta semana ante el GBC en su feudo del Santiago Martín, el conjunto chicharrero acaba de perder provisionalmente su posición dentro de los play off por el título. Encima aterriza con problemas físicos tras sufrir recientemente la grave lesión de Rosco Allen, que se suma a la baja de larga duración de Nico Richotti. El consuelo para Katsikaris es que Mateusz Ponitka, una de las grandes sensaciones de la presente edición liguera al que el Baskonia descartó el pasado verano tras ser ofrecido por su agencia de representación, fue dado de alta el viernes en la ACB tras estar ya aparentemente recuperado de un esguince de tobillo que le impidió vestirse de corto en el último choque liguero ante los guipuzcoanos.

Seguro que muchos ojos estarán pendientes hoy de las evoluciones del polaco, un jugador extremadamente poderoso en el apartado físico y con excelentes promedios esta temporada (14 puntos y 6 rebotes) pero cuyo gran inconveniente para no estar militando hoy en día en un conjunto de la Euroliga reside en su sospechosa muñeca desde la larga distancia. Granger, cuyo concurso está en el aire para el primer duelo ante el Fenerbahce, se mantiene de baja en un Baskonia obligado a hacerse fuerte en el Buesa si no quiere perder su privilegiada posición en la tabla. Conviene no correr excesivos riesgos con la salud del base uruguayo, que arrastra un fuerte esguince de tobillo.

A falta de siete jornadas para el cierre de la fase regular, los de Pedro Martínez apenas tienen ya margen de error a la hora de asaltar una segunda plaza que le permitiría gozar del factor cancha en las dos primeras eliminatorias por el título. Mientras el Baskonia sufrirá un evidente desgaste físico y mental en su objetivo de intentar alcanzar a la Final Four de Belgrado, tanto el Barcelona como el Valencia Basket están ya liberados de sus obligaciones continentales y eso les hará si cabe más peligrosos.