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Buena segunda unidad. Consciente de que ya es el escudero de Shengelia tras el adiós de Jones, dio confianza de inicio a Malmanis y éste respondió. Los suplentes dieron una vuelta de tuerca a la intensidad y consolidaron el dominio azulgrana. El entrenador catalán evidenció un día más que no cuenta en exceso con Ilimane, que únicamente ingresó en pista en los minutos de la basura.
vitoria - Por fin se regaló el Baskonia un partido exento de dramatismo con el que alimentar el sueño del Top 8. Fue el de ayer un atracón para seguir conservando la fe. Dominador de principio a fin con Rodrigue Beaubois como maestro de ceremonias, el equipo vitoriano encontró ayer un oasis de tranquilidad en medio de una trayectoria esquizofrénica con un puñado de partidos resueltos mediante la moneda al aire. El Estrella Roja, privado de dos de sus mejores elementos (Feldeine y Antic) apenas le hizo cosquillas en una noche resuelta sin sobresaltos que agigantó la estelar figura del escolta francés, que destapó el tarro de las esencias y puso las grandes pinceladas de calidad en una noche sin ningún tipo de historia.
En una jornada propicia del calendario para recortar su desventaja respecto al Maccabi, el Baskonia cumplió con nota y recobró su versión más apabullante. Por ende, el cruce de cuartos de final de la Euroliga se mantiene como una aspiración cada vez más real a falta de ocho jornadas para la criba definitiva. A diferencia del cataclismo vivido ante el Armani, el conjunto vitoriano anduvo lejos de ser un colectivo con miedos y se lanzó a la yugular de un inofensivo adversario desde el salto inicial. Como consecuencia de ello, vuelve a colocar el aliento en la nuca al conjunto israelí antes de afrontar dos salidas diabólicas a Atenas (Panathinaikos) y Moscú (CSKA).
El Estrella Roja aterrizó en el Buesa Arena con la vitola de bestia negra alavesa en la historia reciente, pero en esta ocasión fue domado con suficiencia por un Baskonia pleno de dinamismo, fluidez y energía. Mediante un ritmo desbocado que los balcánicos fueron incapaces de neutralizar, disparó sus dígitos y aprovechó la extrema candidez de un visitante de lo más cándido que exhibió numerosas vías de agua. Ni siquiera fue necesaria la versión más pujante de Shengelia o Timma, que cedieron el relevo a otros jugadores muy enchufados.
beaubois, una placer para la vista De un insulto intercambio de canastas en ciertos tramos, terminó ganador un Baskonia con muchas más gotas de talento y al que le iba la vida. Viendo las evoluciones de ambos o el claro desequilibrio de fuerzas, nadie diría que vitorianos y serbios afrontaban el choque de ayer con casi idéntico número de victorias. El voraz colmillo afilado del anfitrión devoró sin miramientos a un forastero apocado que no paseó ninguna de sus señas de identidad y carente de convicción para oponer la más mínima resistencia en el Buesa Arena.
Pegó más fuerte un Baskonia que también mostró excelentes hechuras atrás con las líneas elevadas e incesantes dos contra uno en muchas zonas del campo que hicieron la vida imposible al rival. Sin embargo, la velada tuvo por encima de otras consideraciones un indiscutible nombre propio, especialmente en los albores. Beaubois protagonizó siete minutos de ensueño que mostraron el camino del éxito a sus compañeros. Con una perfecta selección de tiro que le llevó a anotar 14 puntos casi de una tacada y un óptimo trabajo en otras facetas, el francés comandó el plácido despegue azulgrana anotando canastas de todos los colores. Su exhibición fue un placer para la vista por la plastilidad y elegancia de cada una de sus acciones.
La segunda unidad de Pedro Martínez también respondió con la aseada actuación de Huertas, Janning, Garino o Voigtmann, que ayudaron a ensanchar la diferencia mediado el segundo cuarto (38-21). Si el Baskonia no hizo más sangre fue, en parte, por la demoledora pegada de Ennis, un base extremadamente físico y atlético que dejó en evidencia en la primera parte a Vildoza.
Por si existían dudas, la tempranera expulsión de Jankovic por una doble antideportiva dejó al inicio del tercer cuarto a Alimpijevic sin uno de sus mejores bastiones defensivos que hizo la vida imposible a Shengelia. La puntilla llegó a cargo de Janning, letal desde el 6,75 con el viento a favor en unos minutos de la basura donde finalmente hizo acto de presencia Ilimane, un espectador de lujo mientras se cocía la suerte del ganador. Para batallas más ásperas, el poste senegalés será necesario a medio-largo plazo. Renacen nuevamente las esperanzas de colarse entre los elegidos y la octava plaza vuelve a estar en las manos del Baskonia ante la futura llegada de los pupilos de Neven Spahija a la cancha de Zurbano.