vitoria - Tras encadenar cinco victorias consecutivas, el Baskonia ya tiene entre ceja y ceja un objetivo diáfano antes de la conclusión de la primera vuelta de la ACB, momento en que todos los años se realiza la correspondiente criba para conocer la identidad de los ocho participantes en la Copa del Rey. Dando por hecho que el conjunto vitoriano integrará el cartel del Gran Canaria Arena en febrero del año que viene, algo que deberá confirmar matemáticamente en las próximas jornadas, lo ideal en estos casos estriba en quedar lo más arriba posible con el premio añadido de esquivar a un coco en el primer cruce de cuartos de final, presumiblemente el Real Madrid, el Barcelona o el Valencia Basket.
La inercia victoriosa y el dulce momento de los hombres adiestrados por Pedro Martínez, que ha conducido al Baskonia a la victoria en diez de los trece partidos desde que asumiese las riendas del equipo en lugar de Pablo Prigioni, invita a pensar en que esta aspiración se puede hacer realidad en los seis partidos restantes. Entre el imparable crecimiento azulgrana en todas las facetas y que algunos rivales directos como el Obradoiro -derrotado ayer en Sevilla contra todo pronóstico por el Betis Energía Plus- empiezan a sentir algo de vértigo, el cuarto puesto se perfila como la cumbre mínima a escalar por los alaveses.
Por jerarquía, presupuesto y calidad de plantilla, cualquier lugar que no implique la vitola de cabeza de serie implicaría una monumental decepción. El Baskonia está edificado esta temporada para grandes gestas y, tras los sofocones del primer mes de competición en el que no era un grupo reconocible, por juego es ahora mismo uno de los conjuntos más en forma no sólo de la ACB sino también la Euroliga. Con un juego de memoria en el que no faltan explosivos ingredientes como el fuego triplista, el rigor defensivo y el trabajo colectivo, ni siquiera se dejan sentir tres ausencias sensibles como Patricio Garino, Ilimane Diop o Jordan McRae.
calendario exigente Sin embargo, ello no es óbice para caer en la relajación o sentirse invencible. Pedro Martínez es el primero que en todas las manifestaciones públicas insta a sus pupilos a mantener un elevado nivel de concentración. A ello se suma que el calendario, ya frenético de por sí, deparará a corto plazo algunos encuentros de la máxima exigencia dentro del torneo doméstico.
Al Baskonia le queda medirse en el Buesa Arena con dos pesos pesados mediatizados por una pésima salud -Real Madrid y Valencia Basket son más vulnerables en la actualidad habida cuenta de sus múltiples lesionados-, además del colista Betis, que ayer se estrenó a la undécima en la ACB. Ademas, deberá visitar a tres conjuntos que todavía se encuentran inmersos en la pelea por la consecución del billete copero. Serán, concretamente, el Andorra de Jaka Blazic, el Murcia de Ibon Navarro y el Iberostar Tenerife, tres peliagudas piedras de toque contra los que el Baskonia se verá las caras al poco de haber disputado una velada al más alto nivel en la Euroliga.
Tras un pésimo arranque de temporada en el que tan solo sumó dos victorias en las seis primeras jornadas -una de ellas, además, se produjo de forma milagrosa ante el Gipuzkoa Basket-, el Baskonia ha sabido reconducir el rumbo y ya circula a velocidad de crucero rumbo a la zona noble de la clasificación. El líder Real Madrid le aventaja en tres victorias, una distancia a priori grande pero que, apreciada las diferentes sensaciones de unos y otros, tampoco parece insalvable teniendo en cuenta que faltan por resolverse los dos duelos directos.
El punto de inflexión no fue otro que el agónico triunfo en el Martín Carpena de Málaga, a partir del cual el combinado alavés ha alcanzado un pletórico nivel de confianza y fe en sus posibilidades. Desde entonces, han llegado las demostraciones de poderío ante rivales menores como el Joventut, el San Pablo Burgos o el Bilbao Basket, y también el laborioso triunfo ante un Obradoiro que vendió muy cara su piel.
Racha espectacular. Desde el agónico triunfo en Málaga, el Baskonia encadena ya cinco victorias seguidas. Joventut, Burgos, Obradoiro y Bilbao Basket han probado su medicina en las últimas semanas.
Partidos pendientes. Antes de la criba para conocer los ocho aspirantes al título copero en Las Palmas, el conjunto vitoriano jugará tres partidos en el Buesa Arena (Real Madrid, Valencia Basket y Betis) y tres a domicilio ante el Andorra, el Murcia y el Iberostar Andorra, todos ellos inmersos en la pelea por una plaza para el Gran Canaria Arena.