vitoria - Pasito a pasito, poco a poco, el Baskonia continúa avanzando en su recuperación. Después del horrible inicio de competición que protagonizó, la llegada de Pedro Martínez al banquillo local del Buesa Arena consiguió sacar al enfermo de la UCI y mantenerlo bajo control en planta pero todavía falta un largo camino por delante hasta que pueda considerarse que está en condiciones de recibir el alta definitiva. Las consecuencias de la enfermedad padecida son importantes y evidentes y, por ello, el conjunto azulgrana necesita todavía seguir recibiendo medicación. Y, sin duda la más eficaz para sus males son las victorias. No pudo administrarse este casi infalible remedio el pasado viernes en la Euroliga ante el Khimki -después de rozarlo con la punta de los dedos durante muchos minutos-, por lo que se presenta en la jornada doméstica de hoy con la imperiosa necesidad de tomarse la dosis que le ayude a continuar sanando.

Y es que, a estas alturas, la escuadra de Zurbano no puede permitirse nuevas recaídas. Parece haber encontrado la senda correcta pero necesita seguir creciendo en sus prestaciones para acercarse lo más rápido posible a la imprescindible estabilidad y calma que le lleve a ofrecer todo el potencial que atesora en el vestuario.

Aunque todavía arrastra algunos vicios peligrosos y quedan numerosos aspectos por pulir, lo cierto es que el Baskonia actual tiene bastante poco que ver con el que deambulaba como un pollo sin cabeza por las pistas. La evolución positiva del equipo en las dos últimas semanas resulta evidente y en los argumentos que lo han permitido es en los que deben seguir incidiendo los discípulos de Pedro Martínez.

La primera oportunidad que tendrán para demostrarlo es el duelo que esta tarde le enfrenta al histórico Joventut de Badalona. Cierto es que la escuadra verdinegra se encuentra a años luz del nivel que mostró durante los muchos años en los que se codeó con la élite del baloncesto español y continental pero no lo es menos que si el Baskonia cae en el error de presentarse a la cita relajado lo puede pagar extremadamente caro.

Pese a que el implacable calendario le obligue a medirse a los de Diego Ocampo sin haber podido apenas descansar tras jugar en Moscú en la tarde del viernes y pasarse toda la noche viajando de regreso a casa, el cuadro vitoriano cuenta con los argumentos suficientes para salir airoso del lance. No está, además, en situación de desaprovechar oportunidades de continuar avanzando en su recuperación por grande que sea el esfuerzo que le suponga.

En los últimos compromisos del equipo hombres como Poirier, Voigtmann o Janning han dado un evidente paso adelante en sus prestaciones y es el momento de que otros que todavía tienen mucho que ofrecer imiten su ejemplo. El americano, que apura sus últimos días de contrato podrá volver a ofrecer sus progresos esta tarde, ya que el club decidió mantenerlo también en la ACB esta jornada al no estar todavía plenamente recuperado Jordan McRae de sus problemas en el hombro.