El turno para las despedidas ha cogido definitivamente velocidad de crucero en un Baskonia empeñado en aligerar su plantilla antes de acometer nuevas contrataciones de cara al futuro. Si el domingo se despidió oficialmente Kim Tillie con destino al Olympiacos, esta vez ha sido la hora de dos guerreros cortados por un mismo patrón que se habían ganado la admiración del Buesa Arena por, entre otras cosas, su entrega, dedicación y espíritu de sacrificio.

Rafa Luz y Jaka Blazic integraron ayer la 'Operación Limpieza' en el perímetro azulgrana, la demarcación donde serán necesarios más movimientos para la drástica reestructuración que está liderando Pablo Prigioni. Ambos jugadores disponían de una cláusula de corte para ver anulado el año de contrato que les restaba en el Buesa Arena y el club no ha dudado en activarla, supuestamente previo pago de una pequeña indemnización económica.

A media tarde de hoy, el Baskonia agitó repentinamente la tranquilidad del personal con el anuncio público de la desvinculación de dos jugadores cuya marcha ha escocido de la lindo en un amplio sector de la afición. En el caso del base brasileño, gravemente lesionado en una rodilla y cuya rescisión no ha supuesto precisamente un detalle de caballerosidad por parte de las altas esferas del club, fue él mismo quien tomó la delantera al club al anunciarlo públicamente mediante la publicación de una carta en su cuenta de Twitter. El Baskonia oficializó este movimiento unos minutos más tarde que el del perro de presa esloveno.

Sendas salidas que van a precipitar a buen seguro otro lavado de cara profundo en una plantilla que es incapaz de gozar de un mínimo de continuidad en los últimos tiempos. El sustituto de Luz ya está atado desde hace tiempo en la figura del prometedor argentino Luca Vildoza, pero la entidad alavesa deberá encontrar a partir de ahora otro escolta que complemente a Beaubois en un puesto que no cumplió el pasado curso ni de lejos las ambiciosas expectativas.