vitoria - El convulso matrimonio entre el Baskonia y Andrea Bargnani escribió ayer su último capítulo. Ambas partes separaron definitivamente sus caminos tras el acuerdo oficial para la rescisión del contrato que ligaba al poste italiano a la entidad vitoriana hasta junio de 2018. Entre el rosario de problemas físicos que han cavado su tumba desde el primer día y su indolencia cada vez que ha dispuesto de oportunidades, el fichaje estrella de Josean Querejeta para la presente temporada se marcha por la puerta de atrás tras haber disputado únicamente 31 de los 63 partidos posibles.

Todo el mundo interiorizó en su día que se trataba de una apuesta con un cierto componente de riesgo y finalmente los peores presagios se han confirmado no solo con un rendimiento decepcionante sobre la cancha sino también con el discutible compromiso acreditado por Il Mago a la hora de erigirse en un jugador de cierta utilidad para el engranaje liderado por Sito Alonso. De ahí que este punto y final a una relación insostenible no haya sorprendido a nadie.

En vísperas del partido de Euroliga ante el Emporio Armani disputado el pasado 2 de marzo, el Baskonia desveló que los problemas de espalda de Bargnani le imposibilitaban vestirse de corto esa noche. Parecía un asunto de índole menor pese a los abundantes precedentes sobre su fama de cristal. Pues bien, desde entonces no ha habido señales de vida de un pívot refugiado en el gimnasio del Buesa Arena y la sala de rehabilitación junto a los fisioterapeutas azulgranas. Todos los intentos para que se reintegrara al grupo y se vistiera de corto han quedado en agua de borrajas ante el bajísimo umbral de dolor del transalpino. Era obvio que la paciencia del club tendría un límite teniendo en cuenta los importantes desafíos que restan en esta campaña.

El tradicional hermetismo del Baskonia respecto a la evolución de su lumbalgia tampoco ha ayudado en este sentido y pintaban bastos desde hace tiempo respecto a su continuidad en Vitoria. Fue el portal sportando.net quien avanzó el pasado sábado las negociaciones para su desvinculación. En la intimidad del Baskonia quedará, eso sí, el posible quebranto económico que ha supuesto esta rescisión para sus arcas. Y es que Bargnani, pese a su carrera venida a menos en la NBA, era el baloncestista mejor pagado de la plantilla con unos emolumentos que se situaban en prácticamente el millón de euros anuales.

Il Mago, que ha dado en todo momento la sensación de ir por libre y cuya química con los compañeros y el técnico también estaba en tela de juicio, apenas ha disputado 14 partidos de ACB, 15 de Euroliga y 2 de Copa con el Baskonia. Se le recuerdan algunos fogonazos de calidad en choques muy puntuales ante el Efes, el Bamberg o el Murcia, pero su aportación en otras facetas ha sido raquítica. Su desidia -algo que ya se sabía antes de acometerse su llegada para tapar el enorme hueco dejado por Ioannis Bourousis- ha llegado a encrespar a los aficionados azulgranas, incrédulos ante sus reiterados pasos a la enfermería.

duda con el recambio Durante estos meses se ha especulado con la posibilidad de que Bargnani estuviera pasando por un difícil momento a nivel anímico. El Baskonia ha sabido sobreponerse a sus reiteradas ausencias gracias al notable rendimiento de los otros dos cincos en manos de Sito Alonso. Si bien su rendimiento describe una línea descendente durante estas últimas semanas, Voigtmann está respondiendo por encima de las expectativas en su primer año al más alto nivel e Ilimane ha dado un paso al frente convirtiéndose en un referente defensivo de primer orden. El salto de calidad debería haber venido de la mano del italiano, pero quien fuera número uno del draft en 2006 ni estaba ni tampoco se le esperaba.

Certificada su marcha, el Baskonia se queda ahora con doce jugadores. Su plantilla actual le permitiría ajustarse a la legalidad en la ACB. Sin embargo, el club tiene claro que debe conseguir el fichaje de un poste de calidad que ayude a disparar su cotización en la pelea por el título liguero. Ante la evidente falta de kilos y músculo en la pintura, se necesita teóricamente algún especialista que brinde uno o dos puntos más en el apartado físico. Sin embargo, también sería bienvenido algún jugador más móvil y con capacidad para jugar de espaldas al aro, una virtud que únicamente atesora Tornike Shengelia en estos instantes.

Lo más lógico sería apuntar hacia otro interior con el cartel de comunitario FIBA, si bien ello obligaría al Baskonia a prescindir de un jugador que disponga del mismo status. Nicolas Laprovittola, cuyo rendimiento está dejando bastante que desear a la hora de oxigenar a Larkin, y Jaka Blazic, que ya fue sacrificado la pasada temporada en vísperas del comienzo del play off por el título para hacer hueco a Michael Roll, constituyen los elementos más débiles de la cadena. Las restantes piezas en manos de Sito Alonso son intocables teniendo en cuenta que a los secundarios Rafa Luz y Tadas Sedekerskis no se les puede dar de baja en la ACB.