vitoria ? El Baskonia ha vivido toda la temporada con dificultades para proteger su propia zona, permitiendo que los pívots rivales engordaran sus números ante las debilidades azulgranas en la defensa de su aro y el rebote. Ayer, sin Ilimane Diop, principal y casi único especialista en este aspecto de la plantilla, estas carencias se vieron intensificadas. Ni Johannes Voigtmann ni Andrea Bargnani fueron capaces de frenar a Shayne Whittington. El pívot ex NBA se marchó a los 33 puntos de valoración y fue una pesadilla para los ajustes defensivos que intentaba aplicar Sito Alonso. El norteamericano pasaba de provocar una sangría en la pintura rival a salir al perímetro para encestar algún triple determinante. Finalmente, se marchó con 26 puntos y 7 rebotes, además de unos magníficos porcentajes de tiro ?8/9 en tiros de dos y 3/5 en triples?.
A estas alturas de la temporada, nadie duda ya de que la actitud y rendimiento del otrora número uno del draft Andrea Bargnani están muy lejos de lo que esperaba en la entidad de Zurbano. Pero, aparte de no aportar en su especialidad, que es la de anotar con multitud de recursos, el italiano supone una rémora demasiado pesada a la hora de negar canastas a los interiores rivales, como bien reconoció Sito Alonso en el partido contra el Morabanc Andorra. Bargnani no consigue impedir rebotes ofensivos de los rivales, y a la hora de defender a interiores capaces de atacar desde el perímetro, como es el caso de Whittington, tampoco logra ser lo suficientemente rápido como para incomodarlos.
Un caso más complicado es el de Johannes Voigtmann. El pívot alemán consigue dobles dígitos en valoración y anotación prácticamente en cada partido, aunque sus números no siempre tienen impacto real en la dinámica global del colectivo. El alemán parece estar atravesando un pequeño bache en cuanto a efectividad. Su 3/12 en lanzamientos de dos en el día de ayer lo demuestran. Además, Voigtmann tampoco supone una mejora demasiado evidente respecto a Bargnani a la hora de defender a los gigantes rivales.
Es por ello que la figura de Ilimane Diop, ausente contra el Obradoiro debido a un esguince de tobillo, se antoja fundamental a la hora de adoptar el rol de pívot físico y defensivo que tan necesario es en un equipo de inmenso talento ofensivo como es el Baskonia. Shengelia, también lesionado, es otro jugador que aún inclinándose por un perfil más atacante también ejerce un impacto notorio en este apartado y, sobre todo, brinda un equilibrio imprescindible en la ofensiva. Algo que hoy en día brilla por su ausencia. l