vitoria - La Copa del Rey se convierte, año tras año, en uno de los momentos más importantes de la temporada de baloncesto. El centro neurálgico del mundo de la canasta en el que se cocinan algunas de las grandes decisiones que le afectan y que reúne a miles de aficionados de diferentes equipos habitualmente en un ambiente de máxima cordialidad. En definitiva, una fiesta en la que, además, se dirime uno de los títulos del curso. Pues bien, todo apunta en estos momentos a que ese gran montaje recalará en Vitoria en febrero de 2017.
Porque lo cierto es que, a estas alturas, todavía no existe una designación oficial de la sede. Varios son los motivos que han conducido a que la elección se haya retrasado bastante más de lo acostumbrado. El principal, el hecho de que se haya tenido que buscar un recambio de manera inesperada. En principio, Madrid había suscrito un acuerdo plurianual con la ACB que determinaba que sería la sede de la competición de 2017. Sin embargo, los cambios de gobierno en el ayuntamiento y la comunidad y la inusual circunstancia de que el Ejecutivo central se mantenga en funciones desde hace meses han derivado en problemas para que las instituciones cierren el imprescindible pacto económico. Como consecuencia, la capital de España renunció a acoger la Copa y comenzó la carrera para reemplazarla.
Una competición en la que Vitoria, con Josean Querejeta como principal impulsor, estuvo presente desde el comienzo. De hecho, cuando el pasado mes de febrero -durante la disputa de la edición de A Coruña- comenzaron a surgir las primeras noticias de los problemas de Madrid, el presidente del Baskonia ya se postuló públicamente como candidato ideal para recoger el testigo.
Con el paso del tiempo, sin embargo, otras ciudades se sumaron también a la puja y parecieron ir ganando terreno. De esta manera, se llegó a las últimas semanas en las que Málaga y Las Palmas de Gran Canaria se presentaban como principales candidatas. La falta de confirmación oficial por parte de la ACB, sin embargo, invitaba a pensar en que continuaban produciéndose negociaciones. Y es precisamente en estas conversaciones de última hora donde Vitoria ha adquirido una inesperada ventaja.
De esta manera, la capital alavesa ha reaparecido con fuerza en la carrera por acoger la Copa de 2017 y está a punto de cruzar la línea de meta en primera posición. La primera en descolgarse fue Málaga, que se rindió ante la evidencia de que sus competidores marchaban por delante suyo. Así pues, se perfiló un mano a mano final entre Las Palmas de Gran Canaria y Vitoria. La localidad insular tiene concedida la edición de 2018 pero luchaba por adelantar un año ese premio. Todo apunta que sin éxito.
Y es que según ha podido confirmar este periódico el acuerdo con Vitoria se encuentra muy avanzado y únicamente restan por rematar los últimos flecos. De hecho, fuentes de la ACB han indicado que el anuncio oficial de la sede se realizará “esta semana o la que viene”. Entre esos detalles finales que restan por concretar se encuentra el reparto entre las instituciones -Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco- del canon (algo más de un millón de euros) que se debe abonar para acoger el torneo. Un acuerdo que se rubricará en breve y que dará la luz verde definitiva a una nueva edición de la Copa en Vitoria. De momento, la ACB ya ha trasladado a los establecimientos hoteleros de la ciudad una petición de máxima disponibilidad de habitaciones para las fechas señaladas (el torneo se jugará entre el 16 y el 19 de febrero).